El matrimonio pagano tomó la forma de un contrato comercial que consistía en dos pasos: el compromiso y la ceremonia. El guardián negociaba con el embajador del novio todos los preparativos incluyendo el pago que daría el novio por la novia, lugar y fecha de la boda.
Ambas familias les daban a los recién casados, además de los pagos acordados, propiedades y regalos, para que pudieran establecerse de manera estable y valerse por sí mismos, con el fin de que proveyeran una buena vida a su descendencia. Aunque este modelo de matrimonio pagano estipulaba solo una esposa de manera legal, esto no excluía otros contactos sexuales.
Ya que el divorcio estaba permitido, tampoco garantizaba una unión para toda la vida.
Los tipos de Matrimonios Vikingos: Raubehe y Kaufehe
Antes del sistema claramente establecido, con reglas formales, hubo una época de caos, o no tan organizada como lo fue después. Casi con seguridad los hombres de las primeras tribus germánicas, durante los asaltos y conflictos, cometían actos de violencia sexual hacia las mujeres, o las robaban de un pueblo y para ser llevadas a otro por la fuerza.
Aunque resulta difícil de creer, algunas de estas uniones resultaban en una relación marital permanente. Éste tipo de matrimonio es denominado Raubehe o “matrimonio por captura”.
Algunos creen que esta práctica fue la que originó la palabra Brudhlaup, que es la palabra del Antiguo Nórdico para matrimonio. “Brud” es novia y “hlaup” es correr o corriendo. Aunque sigue bajo debate, se cree que refleja la imagen de la novia huyendo.
Pero este estilo de matrimonio por la fuerza ya no era funcional en una sociedad nórdica cada día más organizada, permaneciendo este tipo de incidentes como hechos aislados.
Sin embargo, el matrimonio arreglado si era una opción razonable para la sociedad Germánica. Kaufehe o “matrimonio por compra” es el nombre que se le da a este tipo de matrimonio, que es como un acuerdo comercial y diplomático entre dos partes.
Se cree que lo que condujo al sistema de Kaufehe, era la necesidad de distinguir entre relaciones maritales y extramaritales, para poder saber quién era un heredero legítimo y quién era uno ilegítimo.
Esto era muy importante porque regulaba el pasaje ordenado de los bienes de una generación a otra. Las reglas que restringían el matrimonio y la actividad sexual fueron hechas por la razón práctica de querer salvaguardad las propiedades de herederos ilegítimos, más que por consideraciones sociales.
Una de las principales reglas de las regulaciones del matrimonio es:
No puede heredar el hombre cuya madre no fue comprada por un “precio de la novia” de una marca (unas ocho onzas de oro o plata) o más, o con quien no se celebró una boda, o quien no estaba en compromiso.
Matrimonio Vikingo : El compromiso
El matrimonio vikingo consistía en dos instancias principales: el compromiso y la ceremonia.
Antes del compromiso podía existir otra instancia, en la cual la muchacha podía ser prometida a un hombre, dando garantía de que ella estaría disponible cuando él regresara de la cacería, la expedición o de la guerra.
Éste tiempo de promesa se podía extender hasta los tres años en algunos casos. A la mujer prometida se la denominaba Heitkona.
Todo hombre que podía desposar a una mujer buscaba en una mujer: que fuera inteligente y buena en los quehaceres del hogar; aunque no era un requisito, ser atractiva y estar en una edad fértil era una ventaja.
Y ultimo, pero no menos importante: tenía que tener riquezas, ella o su familia. Hay casos en los que esclavos han liberado a esclavas, y esclavas han liberado a esclavos. Pero no era muy común ni aceptado.
En algunas sociedades vikingas se creía que no se debía salir de la clase social en la que se nacía, y menos toleraban la unión entre clases sociales diferentes.
El hombre que pretendía a una mujer debía tener ciertas características, tales como: poseer bienes propios; ser auto-suficiente; venir de una buena familia; ser un hombre honorable y respetado, y por supuesto, debía ser gentil y apuesto.
Además, tenía más oportunidad si era un hombre muy adinerado, y de una familia poderosa y respetada.
El fastnandi (guardián legal) o el padre (quien usualmente era el guardián en la mayoría de los casos) de la mujer debía esperar a que apareciera un candidato que cumpliera los requisitos. Como el matrimonio era una alianza diplomática y económica entre dos familias, el guardián podría estar más interesado en la ayuda inmediata que le proporcionaría su yerno, más que pensar en el bienestar de la novia o la posibilidad de nietos en el futuro.
En caso de no tener padre, la mujer tenía como guardián legal a su hijo mayor de 16 años o a su hijastro (si es una mujer viuda o divorciada), o a su hermano. En caso de no tener ninguno de estos parientes vivos, el guardián legal era la madre, quien organizaría el compromiso con la asistencia del pariente hombre más cercano a la muchacha.
A menudo, las mujeres se casaban para establecer alianzas entre los reinos y eran forzadas a vivir con gente que no conocía, y que además, antiguamente fueron sus enemigos y es muy probable que le guardaran rencor. A la mujer no se la tenía en cuenta a la hora de elegir el esposo. Incluso se le avisaba después de que estaba todo pactado.
Si se casaban sin el consentimiento del guardián la podían desheredad a ella y toda su descendencia. El hombre que obtiene su esposa sin consentimiento podía ser acusado y castigado por cometer un secuestro. Habían casos aislados en los que la elección era libre y mutua, sin presiones por parte de ninguna de las dos familias. Se puede suponer que en estas instancias estaban siguiendo a su corazón.
De acuerdo a las ideas nórdicas, un hombre no solo se casaba para obedecer el dictamen de su corazón sino que también, y en especial, buscaba asegurar y mantener una independiente y honorable posición en el futuro. por eso los jóvenes consultaban a los mayores, y apelaban a su opinión y experiencia, haciendo caso omiso a sus verdaderos sentimientos si los hubo.
En el matrimonio, muchas veces no todo es amor. Y como veremos a continuación, la propuesta matrimonial era por sus características más parecida un acuerdo diplomático. Aquel que pedía matrimonio debía acudir a la familia de la futura novia, acompañado por varios hombres de confianza y uno que actuará como el embajador, siendo preferentemente un hombre con influencias y riquezas, para que los padres de ella aceptasen la propuesta.
El embajador, además debía enumerar las razones por las cuales el futuro novio seria mejor “partido” que los otros pretendiente. De ser acordada la alianza entre las dos familias, este hombre sería el testigo del handsal (Hand [mano] + Sal [dar/pago]) o apretón de manos con el que el acuerdo formal de compromiso quedaba sellado.
Luego debía acordarse el precio de la novia o bruðkaup. Este consistía en tres partes: el novio pagaría el mundr y morgen-gifu, mientras que la familia de la novia pagara el heiman fylgia.
Mientras que el valor del pago fuera más o menos igual en la dos partes (mundr y morgen-gifu = heiman fylgia), había un mínimo pero no había límite establecido.
Todo se sellaba con otro handsal a la vista de al menos sies o más testigos, y el novio proclamaba:
"Nos declaramos testigos que tú, te unes a mi en compromiso legal, y al tomar mi mano me prometes la dote y te comprometes a cumplir y observar la totalidad del acuerdo entre nosotros, que ha sido notificado en la audiencia de los testigos sin duplicidad o astucia, como un pacto real y autorizado"
Luego de las negociaciones los hombres volvían a sus casas, y la pareja recién formada no se volverá a ver hasta el día de la boda.
Los Dotes, Pagos o Regalos de la Boda Vikinga: El Mundr
El novio debe pagarle al padre u hombre que esté a cargo de la novia, para obtener de esa forma el derecho a ser su protector. Además se debía compensar a la familia de la novia, ya que esta no colaboraría más en los labores de la casa dónde creció. Había un precio mínimo de Mundr que era ocho onzas de plata en Islandia y doce onzas en Noruega.
El hombre que no pudiera pagarlo no se casaría, ya que si era tan pobre se cree que no podría subsistir durante el invierno, y menos proveer lo necesario a los futuros hijos. Por lo general, se entregaba el día de la boda, pero podía ponerse una seña o pago inicial como símbolo de interés en el matrimonio durante la etapa de negociaciones.
Morgen-Gifu
O morning-gift es el regalo que el novio debe pagarle a la novia en compensación por su disponibilidad sexual, o por su virginidad. Esto aseguraba el estado financiero de la mujer en el matrimonio. Por lo general incluye: ropa, joyas, artículos del hogar, ganado y esclavos, y muchas veces tierra y propiedades.
En proporción al heiman fylgia, el Morgen-gifu debía ser 1/3 a ½ del valor pagado, siendo el resto el Mundr.
Heiman Fylgia
Era la dote o pago que venía de parte de la familia de la novia. Era administrado por el esposo, pero no podía ser utilizado imprudentemente.
Recordemos que se intentaba que fuera equivalente a lo que pagara la familia del novio sumando Mundr y el Morgen-gifu juntos. Se pretendía que el Heiman fylgia fuera para el mantenimiento de la esposa durante el matrimonio, pero estaba reservado principalmente como una especie de reserva que se utilizaría para sostener a ella y a sus hijos si ella quedaba viuda. La dote se devolvía a la mujer en caso de divorcio.
En el libro “La Heredera Vikinga” de Joan Clark se ven ejemplos de los regalos. Freydis Eriksdottir, la personaje principal que era la hija de Erik el Rojo, tenía un “arca de bodas”. En esa arca ella guardaba bajo llave: ropa de cama, cortinas, ropa interior y blusas, todo muy fino y de buena calidad.
Como ella se casó con el cazador Thorvard, y este no le pudo dar más que una pobre cabaña para vivir (regalo de Einar, el padre de Thorvard), ella decidió que mantendría todo lo de su arca bajo llave hasta salir de esa pocilga.
Además, estaba disgustada porque Leif Eriksson, su medio hermano, les dio como regalo de bodas dos vigas para una casa, pero vino el invierno y Thorvard era mal constructor, por lo tanto tuvieron que quemarlas como leña.
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