sábado, 30 de enero de 2021

¿CÓMO ERAN LOS GIMNASIOS EN LA ANTIGUA GRECIA?

Actualmente vamos a un gimnasio y encontramos una gran cantidad de personas entrenando sus cuerpos, intercambiando consejos sobre como moldear el cuerpo y una que otra persona novata que está batallando con un aparato mientras el entrenador está ligando con la nalgona del gimnasio. Claro, esto vemos en la actualidad, pero ¿alguna vez te preguntaste como eran los gimnasios en la Antigua Grecia y cómo se entrenaba en ellos?


Bien para abrir este salseo griego y que se te haga más antojable, voy a empezar diciéndote que los atletas griegos entrenaban desnudos, con los torsos completamente sudados tal cual macho de navío. Pero sigamos.

El gimnasio para los griegos era el centro dedicado al entrenamiento físico, pero no solo eso (claro esta), también un centro espiritual para ellos en donde se debatían y compartían un sinfín de ideas e incluso se consagraban a los dioses y de vez en cuando se leían algún pergamino, ya que aparte muchos gimnasios griegos también funcionaban como bibliotecas de la mente. No era como hoy en día que vas a zorrear o a ver a quien le bajas los pantalones en el baño (que no tiene nada de malo, es completamente normal, viva la sexualidad al estilo Zeus, nuestro padre del Olimpo estaría orgulloso).
Por supuesto, no todo era intelecto ya que era utilizado por aquellos que iban a participar en los juegos públicos y en definitiva, era un lugar donde socializar ya que estaban constantemente entre semejantes, como comentario hay que agregar que había de todo. De hecho nuestra palabra gimnasio proviene del griego gymnos, que para sorpresa de todos, significa desnudez, debido a que los antiguos griegos entrenaban desnudos en estos santuarios ¿se imaginan cuantas historias han de guardar las paredes de estos gimnasios? Toda la fuerza de la carne.
En este centro los atletas realizaban las competiciones desnudos ya que era una manera de mostrar la belleza de los cuerpos además hacerlo desnudo, implicaba ofrecerlo como tributo a los dioses y como los dioses admiraban la belleza de los mortales, pues mientras más bello tu cuerpo fuera, mejores serían las recompensas de los dioses para ti. Los dioses que protegían estos centros eran Heracles, Hermes y en el caso de Atenas, Teseo.


EL GIMNASIO EN LA SOCIEDAD
Algunas costumbres sociales que se desarrollan alrededor del gimnasio, fueron por ejemplo, las pruebas atléticas que como comentábamos antes. Pero estas, no solo eran pruebas físicas sino también espirituales. Se practicaban en honor a los dioses y se hacían de la manera más respetuosa posible sin profanar, ni tampoco faltar al respeto al lugar. Hace rato decía de broma que a lo mejor como estaban desnudos se daban sus buenas horchatas, pero no, tener sexo dentro de un lugar consagrado a un dios olímpico era una falta grave. Quizás a lo mejor si los cachaban les decían ¡a su casa!
De hecho gracias a estos pequeños juegos, surgen algunas prácticas como los Juegos Olímpicos o en otros casos, las prácticas atléticas que formaban parte de rituales de carácter funerario.
El que ganaba alguna competición deportiva, aunque no era recompensado con nada material, era recompensado en honor y en reconocimiento, ya que pasaría a ser elogiado en la sociedad griega.
ESTRUCTURA DEL GIMNASIO
Aunque nos pueda parecer simple, el gimnasio en la Antigua Grecia se constituía por un terreno cercado que a su vez estaba dividido en zonas para que los atletas se organizasen. Así nos dice Pausanias que era el antiguo complejo de Elis, que reconstruía una sencilla ágora. Por supuesto, los griegos nunca fueron de quedarse estancados en las artes y es por eso que con el tiempo se fueron desarrollando en campos diferentes.
Estos sitios, llegaron a construirse con puerta ornamentadas, paredes con frescos, etc. Llegando al punto en que se convirtieron en espacios que no solo estaban destinado para los atletas sino también para otras personalidades como filósofos, retóricos y literatos. Así que si querías filosofar un rato sobre el universo, la política, los dioses, la existencia del universo, las conductas del hombre y entre otros aspectos pachecos, ir al gimnasio, era una buena opción. Podías también ir al ágora o a una plaza pública. Pero si te gustaba entrenar y estar enterado de todo, el gimnasio era la mejor opción.


Allí, los eruditos daban conferencias a sus alumnos mientras paseaban por las stoas que eran pasillos porticados donde daba la sombra y se cubrían de las inclemencias del tiempo.
Es por eso que los gimnasios pasaron de ser pequeños centros deportivos a centros de reunión para toda clase de personas. Por último, era usual que todas las ciudades griegas con importancia tuviesen su propio gimnasio situado siempre a las afueras y normalmente junto a un bosque. Para que nos hagamos una idea, Atenas tenía tres gimnasios.

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