martes, 26 de enero de 2021

LA INFAME GRANJA BELL

En Red River, Tennessee, Estados Unidos se ubica un sitio muy especial y aterrador que nos guarda un sinfín de secretos entre todas sus paredes, llenas de susurros y misterios, la Granja Bell.

Esta granja es conocida actualmente por ser el único caso documentado donde un fantasma logró matar a una persona ¿aterrador no crees? Y bueno a acá te voy a contar esta historia que sucedió entre 1817 y 1821, cuando la familia Bell vivió aterrorizada por el diabólico espíritu de una mujer.


Y cabe decir que en esta ocasión, es necesario traer a la mesa la frase que dice, ''la realidad es más escalofriante que la ficción''. Hace siglos, se cuenta que el mal irrumpió en escena por sorpresa a la familia que habitaba la granja, pues el fantasma de la Bruja de Bell se manifestó por primera vez en un pequeño y tranquilo pueblo de Tennessee, Red River en el año 1817.

Se dice que eran tiempos de pureza, inocencia, virtud y de terrores innombrables para una familia cuyos miembros serán recordados para la posteridad como las víctimas del maleficio más importante de la historia norteamericana.

Esta aterradora presencia apareció un día en la granja y con muchos deseos de sangre y venganza y la leyenda nos cuenta lo siguiente. Un día de caza cualquiera, John Bell, su hijo y su amigo se adentraron en un bosque que para la comunidad de Tennesse era un lugar prohibido, un lugar oscuro, lleno de secretos y de los más infames rumores, un lugar en donde se decía habitaba el mal y las brujas bailaban con el diablo, el bosque.

Estos se adentraron entre la niebla y las hojas secas con el motivo de buscar nuevas presas de animales para su cacería ya que eran tiempos difíciles en donde ni los frutos y ni la tierra regalaba sus alimentos a los hombres, sin embargo, no se imaginaban que ellos serían las presas.

Se dice que una densa niebla cubrió todo el bosque como una manta y una figura misteriosa se movía rápidamente entre los árboles, confundiendo a los atentos cazadores, envolviéndolos en una especie de miedo espectral que les hacia calar los huesos.

Y es cuando una figura misteriosa se materializo de esa densa neblina como una criatura aterradora, con cabellos largos, con senos cosidos a la piel los cuales parecían patatas secas, su cuerpo era como el de un animal muerto varios días y contaba con unos dientes de caballo enormes y unos ojos hundidos y completamente negros, esta figura tomó con sus garras a John y se lanzó violentamente contra el.

Con el rifle cargado este trató de disparar a aquella criatura, pero esta se esfumó rápido entre los árboles así como había aparecido, emitiendo un grito de una mujer por todo el bosque que retumbaba los oídos a los cazadores mientras los pájaros y cuervos volaban por arriba de ellos entre los arboles.

Cuenta la leyenda que John, quedó maldito. Sin embargo no todo termina con esa extraña aparición, pues extraños ruidos y rugidos empezaron a escucharse en casa de los Bell. En muchas ocasiones durante las madrugadas se podía oler azufre en el piso, olor a carne podrida y por si fuera poco los sonidos de alguien arañando y golpeando las ventanas constantemente todas las madrugadas.

El suelo de madera crujía bajo del peso de pisadas invisibles, como si alguien o algo estuviera moviéndose por la casa a altas horas de la noche. Y por las llaves de agua, se dice que en lugar del liquido preciado, salía un liquido de color negro con olor a excremento y sangre.

Se dice que repentinamente, una terrorífica presencia empezó a acosar a la familia y comenzó con la más pequeña, Betsy, la hija de John. Esta pequeña niña veía todas las noches a una mujer que le pedía ir al bosque a bailar con el diablo, la veía parada junto a su cama señalando con su dedo putrefacto la ventana. En una ocasión se dice que a la niña le arrebató las mantas y susurró su nombre con una voz que erizó todos y cada uno de los vellos del cuerpo de la más pequeña de la casa.

Al principio, la familia intentó tomar cartas en el asunto y pensaron que todo aquello eran pesadillas de la niña, sin embargo, eso era solo el principio. El maleficio creció más allá de cualquier explicación lógica y razonable. Los amigos de la familia, James Johnston y Richard Powell, fueron los primeros en saber de estos extraños hechos y fueron los primeros en experimentar el fenómeno en primera mano.

Estos hombres de buena reputación, pensaron que aquello no eran más que fantasías de la pequeña, pues siempre mencionaba brujas en sus sueños y el bosque, pero la familia era muy escéptica, hasta que un día, los gritos comenzaron a oírse en la tranquila noche de aquella granja.

Una noche mientras la familia se encontraba celebrando el Día de Acción de Gracias en el comedor de aquella granja, escucharon un terrible grito de la pequeña que provenía de su habitación y escucharon varios muebles moverse y azotarse.

Cuando subieron las escaleras y abrieron la puerta del cuarto vieron a Betsy luchando por su vida mientras era arrastrada violentamente por el suelo por un ser invisible con una fuerza sobrehumana, que le arrancaba el pelo del cuero cabelludo.

La pequeña se aferraba con sus uñas al piso de madera, gritaba con lágrimas en los ojos, algo invisible desgarraba su camisa de dormir. Sus padres intentaron ayudarle, pero una fuerza invisible les aventó un mueble a sus cabezas, los amigos de la familia intentaron ayudar, pero esa misma fuerza los aventó hasta la entrada de la puerta y es cuando aquella fuerza demoníaca despojó de sus prendas a la pequeña Betsy y la suspendió por el aire, donde fue abofeteada, golpeada y maltratada.

Sus padres y los amigos de la familia intentaron ayudarla una vez más, pero esa extraña fuerza los empujó fuera de la habitación y cerró la puerta con una fuerza sobrehumana.

La casa empezó a temblar, los cuadros empezaron a moverse de un lado a otro y los gritos de Betsy seguían, los padres intentando rescatar a su hija tumbaron la puerta y cuando entraron vieron a Betsy con la espalda doblada, levitando y posteriormente ese ente con una gran fuerza la aventó al piso donde la pequeña cayó, por suerte viva, la madre fue y tomó a su hija en brazos, pidiendo ayuda.

Se dice que la noticia de aquel maleficio se difundió tan rápido que el futuro presidente de EEUU, el General Andrew Jackson, oyó hablar de los espantosos hechos que ocurrían en casa de los Bell y acompañado por un equipo de hombres de confianza, Jackson llegó a casa de los Bell para conocer personalmente al ente impuro. Y el ente dio la talla, agrediendo violentamente a Jackson y a sus hombres hasta que se marcharon presas del terror.

Este espeluznante ser atacó a la familia cada noche durante cuatro años seguidos. Dicho fenómeno traía consigo respiraciones, susurros, crujidos y gritos que iban en aumento hasta convertirse en ataques dignos de la peor pesadilla.

Este ente se presentaba repentinamente, los asustaba, los torturaba y luego desaparecía y con cada brutal ataque, el ente se hacía más fuerte ya que se alimentaba del miedo de los Bell. Incluso cuando se hizo más fuerte les hablaba y se burlaba de ellos, en especial de John a quien acosaba todas las noches e incluso lo aterraba con horribles visiones de su pequeña Betsy bailando con el diablo, misma que desde aquella experiencia donde levitó por los aires, no fue la misma.

Y cuenta la leyenda que aunque no era atacada constantemente, desde aquella vez, se pasaba todas las noches en su habitación bailando con su camisón puesto a la luz de la luna, veía el bosque a través de la ventana y se cepillaba los cabellos afuera de la granja, entonando una desconocida sinfonía que aterraba a sus padres, la niña no era la misma desde aquel hecho, incluso decían que en muchas ocasiones maldecía a su familia , se reía de ellos y les decía que estaban malditos y que el diablo iba a venir por ellos para llevárselos al infierno.

Desesperados, los Bell buscaron ayuda para saber quién o qué era el origen de esos maliciosos ensañamientos y actos que los acechaban todas las noches, e incluso del cambio en el comportamiento de su pequeña Betsy, quien conforme pasaban los días se volvía cada vez más extraña, miraba al bosque, hablaba con las paredes, decía que varios espíritus la visitaban y que le anunciaban la muerte próxima de toda la familia, cosa que aterraba a los Bell.

Así que buscaron la ayuda de Richard Powell, su buen amigo, el cual conocía bien la historia del pueblo. Los Bell ataron cabos y toda explicación lógica apuntaba a la vecina de los Bell, Kate Batts, una mujer excéntrica, a la que la mayoría del pueblo consideraba una bruja, pero John Bell y Kate Batts, eran más que vecinos, eran amigos muy cercanos y según cuentan amantes.

Fueron incluso socios de un negocio de tierras en donde estos dos se asociaron, el cual salió mal, John, le quitó tierras a Kate haciéndola firmar un contrato falso, le prometió casarse con ella y dejar a su familia, pero tanto la asociación en tierras como los sueños de Kate de estar con el hombre que amaba no sucedieron como ella quería y fue así como Kate se sintió engañada, usada y traicionada, al sentirse abandonada, John la había dejado en el altar con su vestido de novia puesto y le había quitado su dinero.

En un arranque de tristeza se dice que huyó al bosque, se adentró hasta perderse, hasta que llegó a un claro en donde se desplomó llorando y gritando de agonía por aquel hombre que la había amado y usado. Kate golpeaba la tierra y pidió a cualquier entidad, cualquiera que se apareciera ante ella que le ayudara a vengarse de John y su familia, sin importar lo que pasara.

Kate estaba destrozada, usualmente no era ese tipo de persona que gustara lastimar a los demás, pero en este caso, su ira y rabia la cegaron y fue ahí cuando una sombra oscura emergió de los árboles, una sombra acompañada con olor a azufre y le prometió que iba a cumplir sus sueños, pasiones y venganzas más profundas si bailaba con él un pequeño baile.

Kate regresó al pueblo, salió del bosque, sin embargo, había algo diferente en ella, y un Día de Acción de Gracias se presentó en casa de los Bell, irrumpió en la cena y maldijo a John y a toda su familia, incluyendo a su pequeña hija Betsy.

Se dice que el destino de Kate es desconocido, pero lo que cuenta la leyenda es que, en esa noche, después de maldecir a John una gran tormenta y una gran hambruna llegó al pueblo y Kate, camino y se adentró en el bosque, de donde nunca más salió y donde nunca se le volvió a ver.

En cuanto a las agresiones hacia la familia Bell, cada vez eran más fuertes, Betsy, ya siendo mayor, una adolescente, sufría cada vez ataques más fuertes mientras dormía, era golpeada, arrastrada y atacada como la primera vez y cada mañana despertaba diferente con una sonrisa burlona y maldiciendo a su familia y lanzando maldiciones y advertencias de que el final para ellos estaba cerca.

Betsy cada vez que podía intentaba correr al bosque, adentrarse en él, pero sus padres por miedo a que su hija muriera en aquel frío bosque, la llegaron a atar a la cama, Betsy gritaba, bailaba sola en su habitación y se paseaba por la casa desnuda, incluso agarraba aceite de las velas y se lo embarraba por todo el cuerpo, con cada ataque perdía la cabeza y mientras más era atacada, su actitud empeoraba y maldecía a su padre muchas veces.

La familia Bell se encontraba impotente, sin poder librar a su hija de este ser. El rendimiento escolar de la chica cada vez empeoraba y mientras los ataques seguían, ella comenzó a tener visiones y gritaba todas las noches, mientras estaba amarrada, pedía ir al bosque y maldecía a su familia, todas las noches, mientras lloraba y bufaba de ira.

John fue el primero en caer, los ataques del ente y la actitud de su única hija empezaron a afectarlo psicológicamente. Era un terrible acto de venganza final y se dice que una noche de tormenta, misteriosamente John apareció muerto. Su expresión era de terror, sus ojos estaban muy abiertos y según cuenta la leyenda, no se pudieron cerrar a la hora de enterrarlo, era como si algo los sostuviera y lo condenara a estar despierto, incluso aún en la muerte.

Sin embargo, esto no se detuvo con la muerte de John, el terrorífico ente no había acabado con los Bell y una noche mientras la esposa de John dormía, pudo ver a su hija Betsy parada en la puerta de su habitación, desnuda y con los cabellos cubriéndole los pechos.

Una voz ronca habló a través de la joven y esta voz, juró volver siete años más tarde para acabar con los Bell que habían quedado. Y así lo hizo, una noche, Betsy, a la luz de la luna, se levantó de su cama, atravesó el umbral del corredor de su casa y llegó hasta la puerta principal que daba paso hacia el bosque y camino, solamente con su camisón puesto y se perdió en la oscuridad de la noche y nunca más se le volvió a ver.

Posteriormente se dice que aterrorizó a la madre de Betsy hasta hacerla quitarse la vida y así sucedió, la esposa de John se quitó la vida no sin antes decir que cada cierto tiempo, este ente volvería y lo haría 135 años más tarde. Este espíritu volvió, pero no solo eso, se quedó en la casa y muchos de los que aseguran visitar el lugar de los Bell, aseguran vivir experiencias escalofriantes y ofrecen pruebas fotográficas de su interacción con el ente.

Actualmente se dice que a pesar de que la historia resulte extraña e irreal, el maleficio de la Bruja de Bell es un relato verdadero que a través de los siglos ha sido documentado por muchos testigos oculares y corroborado por declaraciones juradas que cuentan muchas historias que se quedaron y están por suceder entre aquella casa de cuatro paredes, que espera, a sus próximas víctimas.

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