miércoles, 20 de enero de 2021

¿CÓMO ERA EL ASPECTO DE UN VIKINGO?

¿Eran todos rubios y pelirrojos? ¿Eran sucios y desaliñados? ¿Se maquillaban hombres y mujeres por igual? Vamos a descubrirlo.

Hoy en día salimos a la calle y miramos un montón de peinados, looks, prendas de vestir y un sinfín de variedades en el maquillaje ¡tenemos un sinfín de posibilidades! Podemos encontrar desde cabellos largos, rubios, cortos, morenos, cuidados, descuidados, con rizos, cabellos rebeldes, flecos, recogidos, con trenzas, moños, con una gran cantidad de gel. En fin, pero imagínate que viajas en el tiempo a la época vikinga, a una ciudad vikinga.


¿Qué hubieras visto? Quizás por las películas te esperas encontrar gente de piel blanca, cabellos rubios y pelirrojos. Sin embargo, la realidad es diferente, te hubieras encontrado gente de todos los matices y colores, morenos, rubios, caucásicos, en fin, todo un mundo de posibilidades por explorar, como buen vikingo que serías en aquella época.
Bien, actualmente se piensa que los vikingos eran personas sucias, despeinadas y llenas de lodo. Vaya, hasta los imaginamos como un oso de una película gay porno, pero, la realidad es diferente. Ya que este es un mito que se ha creado gracias a las descripciones exageradas de varios historiadores de la antigüedad y entre ellos cristianos a los que los vikingos invadían.
Debes saber que los vikingos se aseaban con más frecuencia que, por ejemplo, los cristianos y utilizaban multiplicidad de objetos para llevar a cabo este aseo, entre ellos peines, tijeras y navajas de afeitar. Bueno, gracias a la existencia de estos objetos y a numerosas fuentes escritas como las Sagas, los textos mitológicos y crónicas de contemporáneos, o textos más precisos como el Hávamal, la Edda Mayor o la Völuspá, sabemos que la apariencia física fue algo muy importante para los vikingos y un aspecto al que dedicaron especial atención fue a su cabello.
Incluso, podían cambiarse de peinado diario para ir radiantes a los saqueos y contaban con varios estilos de cabello para cada ocasión.
Bien, ya que hablamos del radiante cabello de los vikingos vamos a hablar de otro mito de estos guerreros y pueblo que se ha dado a conocer durante años y uno de ellos es que los vikingos eran rubios o pelirrojos de ojos azules, con un pelo lacio que ondea al viento tal cual Pocahontas. La realidad es muy diferente. Al igual que hoy en día, en la Escandinavia del siglo IX podríamos haber encontrado rubios, pelirrojos, castaños y vikingos muy morenos.

¿A qué se debe esta heterogeneidad? Pues debido a que ya por aquel entonces los intercambios culturales y las mezclas de población eran muy corrientes y no todos los vikingos tenían ascendencia escandinava. No obstante, no todo el mito es falso: estudios arqueológicos han revelado que sí parece ser que hubo tendencias más marcadas según la zona.


Suecia habría sido el hogar de vikingos principalmente rubios mientras que Dinamarca y Noruega habrían albergado una mayoría pelirroja. Eso sí, entre muchos morenos también.
Si seguimos hablando de colores de pelo hemos de decir que, según textos y crónicas, los vikingos apreciaban especialmente el cabello de color rubio y, según sus particulares cánones de belleza vikingos, cuanto más morena era una persona, más fea se la consideraba y para solucionar esto los vikingos “teñían” sus cabellos.
Según el cronista árabe Ibn Fadlan los Rus blanqueaban sus barbas, y algunos también sus cabellos, con una pasta de amarillo azafrán, una especie de jabón muy fuerte a base de grasa de cabra y ceniza de haya, que lo volvía de color pajizo. El historiador romano Plinio el Viejo ya registraba esta práctica entre los germanos siglos antes a Ibn Fadlan y añadía que se trataba de una práctica más usual entre los hombres que las mujeres. Parece que ser que durante la Era Vikinga también fue así.

Aunque teñirse el cabello fuese más habitual en los hombres (sobre todo las barbas) sabemos que las mujeres vikingas, como las celtas y usando técnicas importadas de éstas, utilizaban otros tipos de jabones para volver sus cabellos del apreciado color rubio.
Pero después de lo colores, pasemos a los estilismos; sabemos que los vikingos llevaban “looks” muy cuidados y muy concretos tanto en la barba como en el cabello.
El Look del vikingo: El Cabello


Acabamos de ver que los looks eran muchos, demasiados para decir, pero ¿cómo decidían que look llevar? No eran de pensar ‘’oye me levantó hoy y me pinto el cabello de azul’’. Probablemente las razones para elegir un look dependían de la región en la que vivían, la clase o estatus social o el oficio que desempeñaban.
Por ejemplo, los esclavos o thraells, la parte más baja de la sociedad, llevaban el pelo muy corto o rapado, como símbolo de su condición social. Los hombres libres de condición social estándar o bondi habrían llevado el pelo a la altura de los hombros, suelto y limpio y la barba tan larga como les fuese más cómodo. Los guerreros, por ejemplo, habrían optado por peinados acordes a su profesión y que les resultasen cómodos; solían llevar el pelo corto o, en el caso de ser largo, recogido.
Lo mismo pasaba con la barba ya que había que evitar que el cabello se convirtiese en una debilidad en la lucha, un pelo y una barba largas ofrecía al adversario la oportunidad de tirar de ellas en combate. Y ya sabemos que los vikingos si algo fueron, es prácticos.


Los normandos por su parte, lucían la nuca afeitada, combinada con mechones largos por delante y frondosos flequillos. Se afeitaban la mitad inferior trasera de la cabeza, trazando una línea de oreja a oreja, como un tazón. La parte superior y delantera la habrían llevado larga, probablemente recogida en trenzas o nudos. En realidad, habría habido vikingos de pelo corto, media melena, largo, con flequillo, sin él, con partes de la cabeza rapadas, con el cabello trenzado, suelto, agarrado y tantos estilos más.
Las Barbas y los Bigotes


El mundo de las barbas y los bigotes fue tan o más amplio que el de las cabezas, pero, sea como fuere la barba o el bigote en cuestión, estos estaban siempre bien cuidados y arreglados (incluso le podían poner uno que otro adorno).
Estas podían ser afeitadas, cortas, largas, muy largas, lisas, sueltas, trenzadas en una trenza, en dos, en tres o en muchas, de igual forma separadas en dos, en tres o en muchos mechones, con abalorios, perillas, bigotes largos y unidos a las barbas, bigotes cortos, bigotes retorcidos que acababan en punta (como nuestro querido Dalí), trenzados, con adornos.


Así pues, el panorama de estilismos masculinos vikingos debió ser enormemente amplio, aunque en algunas zonas predominase más algún tipo concreto por moda, profesión mayoritaria o el motivo que fuese.
El Look de la Mujer Vikinga


En cuanto a los looks femeninos, las vikingas gozaron de menos variantes en cuanto a sus peinados ya que, por norma general y exceptuando las esclavas (que de igual modo que los esclavos varones llevaban el pelo muy corto o rapado) no se han encontrado evidencias de ninguna vikinga que no llevase el pelo largo.
Si bien en el caso de los hombres lo que les hacía optar por un peinado u otro eran cuestiones como la clase social, el oficio o la región, las vikingas se diferenciaban, sobre todo, además de por la región en algunos aspectos, por su condición de mujeres casadas o no.
Las niñas y las solteras llevaban generalmente el pelo suelto, pudiendo optar por diademas, alguna trenza o kransen (una especie de tocado parecido a una corona de flores) que se usaba en ocasiones especiales.


Las mujeres casadas, como en otras muchísimas sociedades, solían recoger su pelo. Las vikingas lo hicieron de múltiples formas; atado con alguna cinta de colores en la nuca, colas de caballo, trenzado con cintas entrelazadas, con un moño bajo o con algún tipo de arreglo más alto. De hecho algunas fuentes señalan que lo habrían llevado recogido en tocados o cubiertos con gorros, sombreros, capuchones, velos o pañuelos.


Como última nota de la apariencia de las vikingas, todas ellas utilizaron joyas y abalorios para adornar sus cabellos o tocados más o menos ostentosos según su condición social; diademas con abalorios sencillos o piedras preciosas, cuentas de cristal en las trenzas o los recogidos, lazos sencillos o de lujosas telas, hilos de oro o plata para los brocados, etcétera.
Como veremos cuando hablemos de la vestimenta, los vikingos no sólo es que cuidasen su aspecto en cuanto al aseo, sino también su apariencia física y su vestuario. En su faceta de magníficos comerciantes, los vikingos importaron todo tipo de productos de lujo de tierras muy lejanas; sedas de Bizancio, joyas de Bagdad, ámbar del Báltico y un montón de artefactos que les hacían lucir increíbles.


El Maquillaje
Muchos se preguntan si en verdad los vikingos hacían uso del maquillaje como adorno para sus cuerpos y, la respuesta es sí. No eran unos machitos heteronormados como los de hoy en día, un vikingo (ya fuera hombre o mujer) se maquillaba los ojos aplicando algún tipo de pigmento oscuro para realzar estos.


Al parecer, fabricaban su propio maquillaje a base de barro, hierbas, minerales y grasa animal y se cree que principalmente, aparte del toque decorativo, lo utilizaban para protegerse de las quemaduras del sol, al igual que los vikingos. No tenían ni un pelo de tontos.

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