El asesinato es uno de los crímenes más graves que puede cometer el ser humano, y sin embargo uno de los más antiguos. Desde la prehistoria hasta la actualidad se han encontrado casos de personas que han decidido acabar con la vida de otras personas de forma premeditada. De hecho, se han encontrado restos de masacres de hace más de 9.000 años.
¿Qué características tiene un asesino?
Si bien existen una gran cantidad de causas o de aspectos que pueden mediar para que una persona decida quitarle la vida a otra y no resulta probable establecer un perfil claro y universal para todos los asesinos (existiendo una gran variedad de posibles perfiles y tipologías de asesino), en este artículo intentamos esbozar un perfil psicológico genérico respecto al tema.
Denominamos asesinato al acto mediante el cual una persona le quita la vida a otra de manera intencional, existiendo en el acto alevosía, ensañamiento o bien una compensación por la realización del acto. En caso de que no aparezca ninguna de las tres circunstancias anteriores estaríamos hablando de un homicidio.
El asesinato implica premeditación y la existencia de algún tipo motivación por parte del agente causante para provocar la muerte. Dicho agente causante de la muerte mediante el asesinato recibe el nombre de asesino.
El asesinato es un delito de sangre sancionado por ley y puede acarrear penas que pueden ir desde la prisión a la pena capital, según la legislación del territorio en el que se juzgue al acusado.
Los motivos que conducen a una persona a matar a otra pueden ser muy variados, desde la venganza hasta la obtención de recursos. Existen muchos tipos de asesinos y de asesinatos en función del móvil del crimen, la forma de realizarlo, el número de personas asesinadas o incluso el tipo de relación que se establece entre víctima y verdugo. Todo ello provoca que deba realizarse un perfil concreto para cada caso, pudiendo encontrar diferentes características en cada tipología de crimen.
Resulta sumamente complicado establecer un perfil psicológico general de la figura del asesino, especialmente teniendo en cuenta la gran variedad en lo que se refiere a las posibles causas de la conducta asesina.
A pesar de ello, a continuación se indican algunos rasgos y características que tienden a cumplirse en una gran proporción de casos.
1. Visión del otro como causante de daño, amenaza u obstáculo
Si bien las causas concretas pueden ser muchas, por norma general la persona que comete un asesinato ve a su víctima como como alguien que le ha causado un daño, supone una amenaza para su integridad o estatus o para la de un ser querido o representa un obstáculo para alcanzar un determinado fin.
También puede tratarse de un acto de violencia premeditado contra alguien que se asemeja a una persona que le ha producido al asesino un perjuicio, o incluso para satisfacer una necesidad con la que el sujeto no tiene en principio nada que ver.
2. Alta puntuación en psicopatía
Existen casos de asesinatos que son cometidos contra personas que no tienen ningún tipo de relación con el asesino, como ocurre en muchos casos de asesinos en serie o en los casos en que el asesino en un sicario contratado para acabar con la vida de una persona.
Sin embargo, la gran mayoría de asesinatos que pueden observarse se llevan a cabo entre personas que se conocen o cuyo entorno está vinculado, aún si su contacto ha sido circunstancial. Eso significa que el asesino tiene la capacidad de distanciarse emocionalmente de la víctima, lo cual encaja con un perfil psicológico con un alto grado de psicopatía.
3. Discreción
Aparentemente, la personalidad de la mayor parte de asesinos no suele tener grandes particularidades que los hagan diferenciarse del resto de la población. El acto de asesinar no está delimitado a una estructura psíquica que haga que la persona destaque por el tipo de habilidades sociales que tiene.
4. En muchos casos, bajo nivel de asertividad
A pesar de que por lo general tienen un comportamiento normal, en muchos casos el asesinato se produce como consecuencia del nacimiento de agresividad hacia una persona en concreto debido a circunstancias variables. El asesino no es capaz de gestionar la situación de otra manera que con el asesinato, o bien a pesar de concebir otra manera la da prioridad a la provocar el deceso de la futura víctima.
5. No hay necesariamente trastorno mental
Existe socialmente la idea de identificar asesinato con la presencia de psicopatología. Sin embargo, en general esto no es así. Normalmente la mayoría de asesinatos son provocados por personas consideradas mentalmente sanas, siendo algunos de los más frecuentes los crímenes de odio, los crímenes pasionales o aquellos vinculados a aspectos económicos o de recursos.
Una excepción la podemos encontrar en los asesinos en serie, los cuales tienden a padecer psicopatía extrema, sociopatía o diferentes trastornos que alteran la percepción de la realidad.
6. Género y edad
En general los asesinos suelen ser varones jóvenes o de mediana edad, si bien también pueden encontrarse numerosos casos de asesinas e incluso de niños y niñas asesinos.
Tradicionalmente los varones suelen utilizar métodos más agresivos tales como armas blancas o pistolas mientras que las mujeres tienden a utilizar métodos menos visibles como el envenenamiento, si bien estas tendencias parecen ser menos acusadas con el paso del tiempo.
Los asesinos en serie: perfil y características en común
Existen muchos tipos de asesinos y asesinatos, pero uno de los que más ha llamado tradicionalmente la atención debido a su crudeza y al elevado número de víctimas que deja a su paso es el del asesino en serie o asesino serial.
Se considera asesino en serie a todo aquel individuo que quita la vida al menos tres personas de manera intencional y generalmente con premeditación en un periodo de tiempo concreto, estando dichos asesinatos separados entre sí.
Esta tipología de asesinos puede manifestar también una elevada heterogeneidad en lo que se refiere a sus características, pero suelen compartir elementos comunes. Entre ellos destacan las siguientes, las cuales son compartidas en su mayoría con las personas con psicopatía.
1. Falta de empatía
El asesino en serie suele emplear el asesinato como instrumento de cara a obtener un beneficio, por motivos ideológicos, o con la intención de descargar una frustración o fantasía concreta. Por norma general no tiende a saber ponerse en el lugar de su víctima, careciendo en su mayoría de empatía. Una gran parte de ellos son clasificables como psicópatas y entre sus motivaciones hay una visión de la realidad extraña, apartada de las ideologías hegemónicas.
2. Suelen dar apariencia de normalidad
Con algunas excepciones, por lo general el asesino en serie no manifiesta elementos extraños en su comportamiento que conduzcan a pensar en la posibilidad de que lo sean.
3. Elección de víctimas vulnerables
Por lo general el asesino en serie escoge víctimas que pueden ser vulnerables a su actuación por considerarlas más débiles o que pueden ser manipuladas de algún modo para dejarlas en una situación de sumisión. Esto se hace para notar que se tiene el control en todo momento.
4. Pueden ser manipuladores e incluso seductores
Muchos asesinos en serie tienen una capacidad elevada de manipulación y seducción, empleando dichas habilidades en conseguir acercarse a sus víctimas con facilidad y sin excesiva resistencia. Es frecuente que establezcan relaciones con cierta facilidad, si bien en general dichas relaciones son superficiales.
5. Entorno de origen aversivo
Una gran cantidad de asesinos en serie provienen de familias o entornos desestructurados, con un elevado nivel de violencia. Muchos de ellos han sufrido diversos tipos de abuso a lo largo de su vida que dificultan la adquisición de empatía y de preocupación por el entorno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario