A lo largo de los años y durante generaciones, muchas supersticiones acerca de la mala suerte han surgido y han llegado para atormentar hasta a el más valiente y hacerle creer que la buena suerte, nunca le va a sonreír.
Una de las más famosas supersticiones sin alguna explicación racional o fundamento científico, es la de los gatos negros. Muchas historias se han contado sobre estos animales y sobre la mala suerte que traen a aquel que se cruce en su camino.
Aunque actualmente son mascotas muy tiernas y populares que ocupan un lugar especial dentro de una familia y en el Antiguo Egipto eran animales con propiedades mágicas a los que se le atribuían poderes ¿espera, los gatos tenían poderes?
No exactamente, pero si eran criaturas valiosas ante los ojos de los egipcios ya que guiaban a los muertos en el Inframundo e incluso eran guardianes de este mismo. Para los egipcios, los gatos (especialmente los negros) eran dioses en la tierra que los protegían de los poderes malignos. Incluso su habilidad de caer de pie desde alturas considerables les dio la fama de estar relacionados con lo sobrenatural y del Antiguo Egipto, nace la famosa fama de las siete vidas.
Sin embargo toda esta buena fama se vino abajo con la llegada de la Santa Inquisición y la llegada de la persecución de brujas, en donde varios de estos animales sufrieron trágicos y tristes finales.
¿De donde viene la superstición?
De acuerdo a muchos textos religiosos, la explicación de la superstición del gato viene de la época del gran diluvio. Cuando en el arca, muchos ratones se reproducían sin control alguno y rompían las maderas del arca, llegando a roer y comerse todas las provisiones que veían a su paso y incluso molestando a todo animal que vivía ahí.
Se dice que el constructor del arca estaba tan desesperado que pidió ayuda divina y la ayuda le dijo que acariciara tres veces la cabeza de un león. El animal estornudó tan fuerte que de su estornudo salieron un gato macho negro y una hembra blanca quienes cazando a los ratones devolvieron el equilibrio y estabilidad al arca. Esto provocó que el gato fuera algo positivo ya que eliminó aquella plaga que estaba haciendo mal, sin embargo el gato negro se llevó la mala suerte ya que con su llegada era temido por lo que provocaba cuando aparecía.
Por otro lado, en aspectos positivos, el gato era bien visto dentro de la cultura celta, ya que era el animal de compañía de las brujas, era su familiar, como si fuera la reencarnación de una persona. Para los celtas, las brujas y brujos no eran malos, ya que tenían conocimientos de la naturaleza y respetaban bosques y montañas, viviendo en armonía con todos los seres vivos.
Es decir, si durante la época de los celtas, eras una bruja o brujo, no podrías dañar a un ser vivo solamente por venganza, tenía que haber un respeto y un equilibrio con la naturaleza, sin embargo eso también se perdió al igual que la idea del Antiguo Egipto al llevar la Edad Media.
Todo comenzó en la Edad Media, cuando los chismes iban de boca en boca y cualquier cosa errónea era mal interpretada y la persona involucrada era acusada o exhibida públicamente (si, muy parecido a lo que vivimos actualmente). Durante la Edad Media al gato negro se le dio un significado relacionado con la oscuridad, el miedo, la noche y las tinieblas y si sumamos la histeria colectiva que se extendió por Europa con la caza de brujas ¡ya mejor ni hablamos!
Durante la Edad Media, existieron casos de muchas mujeres solas, ancianas solitarias e incluso hombres, que gustaban vivir en lugares apartados para realizar estudios de medicina para encontrar solución a muchas de las enfermedades que se presentaban por la falta de higiene durante aquellos tiempos. Sin embargo, estas personas por su inclinación a la ciencia, tenían un serio respeto por la naturaleza y al encontrar gatos callejeros, los alimentaban y cuidaban y posteriormente, fueron acusados todos de brujería.
¿Cómo nació la leyenda de los gatos negros y las brujas?
Todo empezó en 1560, cuando un padre e hijo, caminaban por un sendero durante una noche de luna llena y un gato negro se cruzó en su camino para luego esconderse en un rincón de un muro. Ellos arrojaron piedras al felino hasta que la criatura, indefensa y herida corrió a refugiarse dentro de la casa de una mujer, quien en esos tiempos era vista como bruja.
Al día siguiente, padre e hijo encontraron a la mujer y vieron que ésta cojeaba y presentaba algunas heridas y dedujeron que se trataba de algo más que una coincidencia. Desde ese día, se creyó firmemente que las brujas tomaban la forma de gatos negros por la noche para rondar las calles sin ser observadas, esto se convirtió en una creencia masiva en Estados Unidos durante la caza de brujas de Salem. Incluso hoy en día la asociación entre gatos negros y brujas se mantiene vigente durante las celebraciones de Halloween, a pesar del origen de la celebración religiosa.
En Europa, había una leyenda que decía que las brujas, cuando morían se transformaban en un gato negro, que silencioso por la noche y con una mirada impactante acechaba a aquellos que la habían quemado. Por este motivo, se empezaron a asociar a los gatos negros con las maldiciones y con el diablo.
Prácticamente quien tenía un gato negro era considerado el mismísimo Satán y aquí surge la superstición de la mala suerte de cruzarse con un gato negro. Que un gato negro se cruce frente a ti, de izquierda a derecha o viceversa significa que algo malo te va a pasar o tus proyectos no van a salir adelante.
Después de la Edad Media
Durante la época de las Cruzadas los gatos tuvieron un ‘respiro’. Ya que fueron vistos como algo positivo debido a que acababan con las inmensas plagas de ratas traídas desde Oriente y también se propagaron los ratones, también los gatos. El gato tuvo un momento de paz con el hombre, al protegerlos de la temida enfermedad que era la peste negra. El propio gato era la gran vacuna.
Quizás puedes pensar que aquí termina la historia feliz del gato, pero se pone aún peor.
Durante la Inquisición
En nuestras clases de historia (si es que pusiste atención a alguna) nos damos cuenta que la época de la inquisición es la más oscura de todas después de la Edad Media, ya que varias personas fueron ejecutadas y quemadas injustamente por pensar contrario a los demás, no ser del montón e incluso chismes y todos relacionados con brujería. Gran parte de esta persecución también la llevaron los gatos (sobretodo los negros).
Muchas personas agradecían que el gato evitaba la propagación de enfermedades, muchos consideraban tener por lo menos tres gatos en casa para evitar enfermedades transmitidas por los roedores, sin embargo muchas autoridades religiosas no lo veían así y muchos propagaron la creencia de que el gato negro era la reencarnación del diablo, le dieron una forma monstruosa y se pegaban carteles por todas las ciudades en donde se invitaba a la cacería de gatos. Se les asoció con ritos satánicos, demonios y cosas sobrenaturales y por este motivo las calles se llenaron de cazadores de gatos y hogueras en donde estos felinos eran quemados y torturados vivos en toda Europa, un acto, que le costó muy caro a la sociedad tiempo más adelante.
El Precio
Durante el siglo XIV Europa fue azotada por una gran peste negra que disminuyó la población y mató a más de 25 millones de personas. Las calles se llenaron de desesperación al ver como los doctores de la época no podían controlar la epidemia esparcida por las ratas, la gente en las calles pedía ayuda desesperadamente y muchos morían sin que se conociera su nombre como unos simples extraños, no había cómo combatir la plaga y el único medio para combatirla en esos tiempos, eran los gatos, ya que al haber más gatos había menos cantidades de ratas y se controlaban más los desechos de estas mismas, sin embargo al haber pocos gatos, la mayoría de ellos extintos y gran cantidad de ratas, no había manera de mermar la población de roedores que esparcían la plaga.
Y por ende tanto personas como animales (incluidos los pocos gatos que quedaban) murieron en condiciones lamentables.
El Renacimiento del Gato
No fue hasta el siglo XVII cuando el gato resurge de las cenizas cual ave Fénix y es, en este momento, cuando se empiezan a fijar en su belleza. Se volvió protagonista en los cuadros de la época, libros y poesía. Incluso también, el gato comienza a verse cada vez más en las casas como animal de compañía.
Iba a poner las cosas malas que se piensan de los gatos negros, pero vamos a poner los aspectos positivos y cómo son valorados en muchas culturas:
Que un gato negro salga al encuentro de unos novios que estén a punto de casarse es un símbolo de felicidad y fecundidad en Gran Bretaña.
En Gran Bretaña también se cree que el gato negro trae buena suerte al hogar.
Si un gato negro toca un juego antes de que comience se cree que trae buena suerte.
En Kentucky se cree que si un gato negro entra en una casa traerá buena suerte.
Los marineros creían que tener un gato negro a bordo también traía buena suerte aunque dentro del barco no se podía pronunciar la palabra ‘gato’. Además, las mujeres de los marineros que aguardaban su vuelta tenían un gato negro en casa para proteger que sus maridos regresen sanos y salvos.
En Italia celebran el Día del Gato Negro, una forma de eliminar esa absurda superstición de que el gato negro trae mala suerte.
Según la creencia popular, los gatos tienen muchos poderes psíquicos. Se llegan a conectar tanto a sus propietarios, que pueden llegar a intuir cuándo están a punto de llegar a casa.
Detectan con facilidad los campos magnéticos y presencias del más allá que a los seres humanos se le escapan.
Existía una creencia popular que se decía que tras agotar la última de sus siete vidas, el gato se convierte en un ser humano.
Algunas personas piensan que con acariciar simplemente el lomo de un gato, se irán las malas vibraciones del cuerpo como por arte de magia.
En el subsuelo de edificios emblemáticos de Londres se han encontrado esqueletos de gatos. Esto se debe a que se pensaba que enterrar gatos en los cimientos serviría para protegerlos por siempre.
Tan importantes eran los gatos en el Antiguo Egipto, que todo aquel que acabase con la vida de uno de ellos tendría que enfrentarse a pena de muerte. Además de guardarse mucho luto cuando un gato falleció.
La dualidad gatos y magia ya viene del Antiguo Egipto, en esos tiempos se consideraba a los gatos como dioses. Los egipcios colocaban estatuas de este animal en la puerta de sus hogares para espantar a los malos espíritus.
En los países escandinavos, gatos y magia también estaban muy unidos. El felino era el protector del hogar y la comida del mismo, de hecho, solían ser los guardianes de toda la familia.
Genéricamente, la relación entre los gatos y el ser humano es antiquísima ya que se dice que llevan haciéndonos compañía más de 9.000 años.
Y si en aspectos energéticos hablamos, los gatos negros tienen la capacidad de absorber más esa mala energía que puede haber en nuestras casas y por lo tanto son cuidadores.
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