"Salva el planeta, suicídate". Este es el provocador y directo lema que expande la Iglesia de la Eutanasia. Una organización religiosa fundada en 1992 por la Reverendo Chris Korda en Boston, Estados Unidos, y que se autodefine como "una asociación sin ánimo de lucro cuyos esfuerzos van encaminados a restablecer el equilibrio entre los seres humanos y las especies restantes en la Tierra".
Un equilibrio que sólo se puede lograr a través de una reducción voluntaria y masiva de la población, por lo que no hay más salida que plegarse ante lo que constituye los cuatro pilares de esta iglesia: el suicidio, el aborto, el canibalismo y la sodomía, entendida esta última como cualquier acto sexual no reproductivo. Esta serie de normas se resumen en un solo mandamiento que preside su página web: "No procrearás".
Junto a este mandamiento único, en la home del portal oficial de esta organización encontramos también un contador muy particular, cuyos dígitos avanzan a una velocidad aproximada de cuatro nuevas unidades por segundo. Lo que cuenta no son los visitantes a la web, sino la población mundial, que en estos momentos se encamina ya hacia los 7.500 millones de personas.
Este contador bien podría ir acompañado de otros que, sin estar en el site, también alarman, y mucho, a esta congregación, como los referentes a las especies de seres vivos o los bosques, y cuyo retroceso es igual de imparable que el crecimiento del primero. El culpable de todo este desorden sería, para esta estructura, el ser humano y su afán de reproducción sin límite: "Estamos presenciando una extinción masiva de especies. Cada hora desaparece una. Si hablamos de bosques húmedos tropicales el ritmo de desaparición se multiplica por cuatro", sentencia Korda en su web.
UNA 'CRUZADA' GLOBAL CONTRA EL CRECIMIENTO
Partiendo de esa base no es de extrañar que la Iglesia de la Eutanasia haya iniciado una cruzada a nivel global contra todas las formas de crecimiento, sumando al humano, el económico y el tecnológico, el demográfico, que es el que más les preocupa. Todos estos tipos de expansión descontrolada, según esta institución, vienen alentados por la venerada escala de valores humanista que impera en el mundo, que parte de la creencia de que el hombre es la medida de todas las cosas y de que sin él el mundo no tendría valor o significado.
En la citada web, Korda reconoce que la suya es, de partida, una guerra perdida. Sin embargo, no se resiste a dar batalla: "No podemos impedir a los humanos que maten a la Tierra, pero podemos hacerles sentirse culpables por ello. Y también podemos no participar. No teniendo hijos, consumiendo lo mínimo posible y, finalmente, suicidándonos". En este contexto, los miembros de la congregación optan por hacer pedagogía creando lo que se podría considerar la primera religión "antihumana".
Es por eso que, a diferencia de cualquier otra estructura, en esta organización sí se celebra, y de qué manera, cualquier baja. La Reverendo aclara que, si bien no es necesario tener que suicidarse para poder acceder a su congregación, sí que es deseable darse de alta en la misma antes de acometer un pensamiento suicida. De esta forma, el miembro se convertiría automáticamente en santo para su religión.
Como era de esperar, tanto esta iglesia como su fundadora han sido objeto de distintas polémicas a lo largo del tiempo. Una de las que provocó más ríos de tinta se produjo a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Tras el ataque, la iglesia no dudó en elaborar un videoclip de en el que se combinaban imágenes pornográficas con otras de los impactos de los aviones en las Torres gemelas. Todo ello amenizado con una banda sonora electrónica compuesta por la propia Korda. Vídeo que sigue disponible para que cualquier usuario lo descargue.
MANUAL DE INSTRUCCIONES SUICIDA
Su rudimentaria página web, cargada de sermones, proclamas, enlaces a portales hermanos o recortes de prensa con la Iglesia de la Eutanasia como protagonista, contaba también hasta 2003 con un manual de instrucciones en el que se detallaba, paso a paso, cómo suicidarse por asfixia usando helio. Esa información fue descatalogada después de que un hombre de 52 años echara mano ella y se desatara una tormenta legal sobre la organización.
Una de las preguntas que más le hacen a la líder suprema es por qué pide con tanto ahínco el suicidio alguien que está 'vivita y coleando'. Por ahora, ella cree que su labor pedagógica difundiendo la palabra de su religión, a la vista de cómo avanza el mundo, tiene todavía mucho camino que recorrer. Algo que, sin embargo, no impide que "piense en ello todos los días".
Calificados como secta suicida por unos, como simples provocadores por otros, lo cierto es que este "ministerio de la propaganda" se presenta al mundo como un movimiento dadaísta-ecologista cuyo fin no es otro que remover las conciencias en busca de un cambio radical en nuestra manera de entender el mundo y desenvolvernos en él. Su solución final, tan polémica como definitiva, es lo que les está haciendo acaparar los focos de la atención mediática.
La máxima autoridad de la Iglesia de la Eutanasia define así su labor: "Mi meta es comunicar ideas profundamente subversivas y antisociales a la mayor cantidad de gente posible. Esto sólo puede hacerse utilizando los métodos de la Sociedad de Masas. Hasta cierto punto, tú eres parte de ese aparato. En cierta manera, mi meta es convencerte de que mi causa es buena. Convencerte lo suficiente como para que estés dispuesto a entrar en mi juego y hacer que estas ideas estén disponibles a un porcentaje mayor del público. Si consigo persuadirte, habré tenido éxito. Si, por el contrario, te convenzo de que soy una chalada o un objeto de entretenimiento, habré fracasado en mi causa".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario