El Imperio Babilónico fue uno de los más poderosos de su tiempo, y tenía su epicentro en la famosa ciudad de Babilonia. Este imperio tuvo dos fases bien diferenciadas. Una primera fase de esplendor aproximadamente entre los años 1800 y 1600 a.C. y otra fase denominada Neobabilónico que se extendió por los siglos VI y VII a.C. El fin del Imperio Babilónico llegó finalmente con la invasión del rey persa, Ciro II «el grande».
Babilonia fue un importantísimo centro cultural, que recogió numerosas tradiciones, culturas y conocimientos acadios y sumerios. Pero en este caso no vamos a hablar de la cultura sumeria, sino de su economía y de su organización política.
LOCALIZACIÓN DE BABILONIA
El Imperio Babilónico estaba localizado entre el desierto de Siria y la meseta de lo que hoy es Irán. Con dos ríos como el Eúfrates y el Tigris recorriendo el llano en paralelo e inundando la superficie para dejar una tierra fértil de aluvión. Tanto el río Tigris como el Eúfrates tienen su origen en las montañas de Armenia, cruzan el país de norte a sur para terminar su recorrido en el Golfo Pérsico.
Estos ríos tenían, en la época del Imperio Babilónico distintas desembocaduras no como ocurre actualmente, esto se debe a que la costa se encontraba 200 km tierra adentro respecto a la situación actual.
Con un clima cálido exento de fríos inviernos, terreno fértil, acceso a fuentes de agua y sin fronteras ni defensas naturales, ha sido tradicionalmente un lugar deseado y a menudo invadido.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE BABILONIA
Los Babilonios eran una civilización avanzada capaz de crear grandes templos y una ciudad que debió ser un verdadero paraíso. De Babilonia es la primera ley escrita, una lugar especial desde donde se organizaba todo el Imperio.
EL REY
La ciudad de Babilonia se consideraba propiedad del dios Marduk y era este dios el que designaba, según los babilonios, a su representante en la tierra es decir, al rey. Éste sería el encargado de administrar y gestionar todo el imperio aunque no tenía la consideración de ser divino como ocurría en Egipto.
El rey era un intermediario entre el dios Marduk y la población pero no gobernaba en solitario ya que vivía rodeado de colaboradores o lo que podríamos llamar clases nobles, quienes le ayudaban y aconsejaban en su administración.
ESCLAVOS Y HOMBRES LIBRES
La población babilónica estaba dividida en distintos estamentos donde podíamos encontrar hombres libres y esclavos. Los esclavos podrían alcanzar la libertad si eran poseedor de bienes suficientes como para comprar su libertad.
Los hombres libres, también se dividían en dos tipos los privilegiados y los Muskhenum. Dentro de los hombres libres privilegiados tenemos la clase social de los sacerdotes y de los funcionarios, mientras que los Muskhenum pertenecían al sector comercial y productivo un sector que englobaba a los comerciantes, campesinos y artesanos.
ESTAMENTO RELIGIOSO Y CREENCIAS
En cuanto a sus cultos religiosos, la sociedad babilónica no era monoteísta sino todo lo contrario tenían muchas deidades y divinidades, siendo unos mucho más importantes que otros.
Los dioses babilónicos tenían cualidades casi humanas con sus defectos, pasiones y cargados de sentimientos. Entre los dioses principales podemos encontrar:
Marduk, el más importante de todos, dueño y propietario de la ciudad de Babilonia
Anu, era el dios de cielo
Enlil, dios del aire
Ea, dios de las aguas
Sin, dios de la luna
Sahmash hijo sin y dios del sol
Ishtar diosa del planeta Venus, protectora del amor y de la guerra.
Dentro de las creencias religiosas, los babilonios eran enterrados en tumbas sencillas, lejos de los ornamentos grandiosos de las tumbas egipcias. Bajo la creencia de que cuando un hombre moría éste descendía a los infiernos donde viviría alimentándose de los vivos. Pero si había una clase social que podía alcanzar el descanso eterno eso eran los guerreros caídos en batalla.
Los sacerdotes tenían una función muy importante dentro de la sociedad y la política babilónica ya que era el encargado de interpretar los deseos de los dioses, con la facultad añadida de además adivinar el futuro, pudiendo manejar la política a su interés mediante predicciones catastróficas, generando terror y aumentando su poder.
CÓMO SE DISTRIBUÍA EL PODER
El imperio Babilónico estaba gobernado por un Rey, que era la autoridad absoluta en el territorio. En la historia de Babilonia el más destacado de ellos fue el Hammurabi que reinó entre el 1790 a.C y el año 1750 a.C aproximadamente. Además de su importancia como conquistador, este rey redactó el código de Hammurabi, que es el primer código de leyes escritas de la historia. Destacar que este código ya otorgaba a la mujer los mismos derechos que al hombre y además ya contemplaba la posibilidad del divorcio.
Éste rey era un monarca absoluto. Con esto se quiere decir que se encargaba de ejercer el poder legislativo, judicial y ejecutivo. Él mismo se encargaba de dictar las normas, a su estilo y a hacerlas cumplir. Debajo de su cargo, había otro inferior que estaba formado por gobernadores y algunos administradores. No todos, podían serlo. Era un grupo muy selecto y eran elegidos por el mismo rey. Después de ellos, se encontraban los alcaldes y los consejos de ancianos, que debido a su experiencia, se encargaban de la administración de la localidad.
Estas eran las únicas figuras que realmente realizaban las labores «políticas». El resto de la población se dividía entre hombre libres y esclavos. Los esclavos podían llegar a comprar su propiedad. Por su parte, entre los hombres libres los había de clase baja (campesinos, pequeños comerciantes), y de clase alta (normalmente sacerdotes o comerciantes que alcanzaron gran riqueza).
Hamurabi, fue un soberano de lo más ilustre, porque aparte de llevar la administración del pueblo de manera eficiente, mantenía el respeto de parte de la civilización, por los derechos que les otorgaba. Fortificó su capital, amurallándolo y extendió su imperio desde el Elam, que estaba en el este, hasta Sirio, que estaba en el oeste. Pero las conquistas y las construcciones, aunque fueron buenas, siempre destacaron por cómo conseguía que sus súbditos vivieran con paz y justicia.
Durante su reinado, se convirtió en el centro principal del comercio con todas las comarcas de Asia occidental. Cuando murió, el imperio no se detuvo, sino que su esplendor siguió creciendo a lo largo de dos siglos más. Su código, a pesar de su muerte, el código de Amuraba, seguía funcionando, ya que la base de este código se cimentaba sobre tres bases indestructibles.
Promulgar la justicia
Poner en orden la tierra
Procurar el bien del pueblo
Con este código, se reflejaba el carácter protector que tenía Hamurabi para con su pueblo y siempre fue el primero en hacer cumplir la ley, según las normas establecidas. Aquí, un ejemplo de lo que se promulgaba en sus normas.
Si alguien roba algo del templo o del palacio, morirá.
Si una vendedora de vino, tiene la media corta, se echará la taberna al río.
Si un hombre hace un agujero en una casa, para entrar a robar, se le matará y se le enterrará delante del agujero.
Si un hombre acusa a otro de un crimen capital y no puede probarlo, será castigado de muerte.
Sí, mucha muerte por aquí, pero las normas funcionaban y se veía una civilización, con una organización política plausible y llevadera que daba frutos a una comunidad justa y que vivía en paz.
EXPANSIÓN TERRITORIAL DE BABILONIA
La gran expansión territorial del Primer Imperio Babilónico fue llevada adelante por Hammurabi. Este rey avanzó sobre las ciudades sumerias de la Baja Mesopotamia y posteriormente llegó a dominar la Alta Mesopotamia, hasta la ciudad asiria de Mari. Gracias a estas conquistas el imperio de Hammurabi iba más allá de Mesopotamia, cubriendo desde el mar Mediterráneo hasta Susa (en la zona de Elam) y desde el Kurdistán hasta el Golfo Pérsico, en el sur. Como hemos dicho, llegó a ser uno de los imperios más florecientes de la época.
ACTIVIDADES ECONÓMICAS DE BABILONIA
Las actividades económicas que se desarrollaron durante el Primer Imperio Babilónico son bien conocidas gracias a las leyes del Código de Hammurabi, que es una muy importante fuente histórica y que ayuda a historiadores a conocer como era la economía durante el imperio babilónico
Gracias a él sabemos que la base de la economía era la agricultura, que al igual que los otros pueblos que ya estudiamos (acadios y sumerios) dependía de la construcción de canales para el riego. También había un importante desarrollo de la ganadería. Los impuestos o tributos al Imperio se pagaban en especie, es decir, se entregaban los distintos productos en que cada región trabajaba.
El comercio y el desarrollo de la tecnología y de las infraestructuras también se vieron afectadas muy positivamente por el desarrollo cultural y, en especial, del desarrollo de las matemáticas y las ingenierías. Por una parte, se necesitaban conocimientos de ingeniería avanzados para poder realizar los planos de todos los diques, presas y demás obras de gran tamaño que se llevaron a cabo en la época, recogidas sobre todo de los conocimientos previos de los sumerios.
Asimismo, en Babilonia se utilizaba el sistema métrico sexagesimal, que es un sistema muy similar a nuestro sistema decimal, pero que en vez de tener su base en el 10, lo tiene en el 60. Gracias al desarrollo prematuro de este sistema métrico en Babilonia se pudo avanzar muchísimo en el desarrollo de la aritmética o el álgebra.
MOTIVO DE DECADENCIA DE BABILONIA
Los problemas en el Imperio comienzan poco después de la muerte del Rey Hammurabi (segunda mitad del siglo XVIII a.C.), cuando diversos pueblos sometidos por los babilonios comienzan a rebelarse. La caída final del Imperio llegará en el siglo XVI cuando el pueblo de los Hititas invaden la ciudad y la destruye. Posteriormente, llega un nuevo período de esplendor del Imperio Babilónico, pero éste termina finalmente con la invasión por parte del Imperio Persa, en el año 539 a.C.
Más de 1200 años después del reinado de Hamurabi, todo lo que se creó allí, comenzaron a modificarse de manera escandalosa. La estructura social, la arquitectura, el arte, la ciencia y la literatura, fueron retocados. La organización social, se vio afectada. Por suerte, sólo fueron pequeños detalles, ya que la esencia, se trató de conservar.
Gracias a esto que se sabe y muchos investigadores han dado a conocer, nos acercamos al enigmático y misterioso reino de Babilonia, un reino que aunque fue algo duro, creó leyes, respeto e impartió la justicia para que su pueblo viviera en armonía, aunque actualmente, la historia lo considera como las normas de un mundo antiguo, muchos amantes de las civilizaciones perdidas, hallaron estas organizaciones, fascinantes.
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