sábado, 30 de enero de 2021

SIGYN Y LOKI

Hoy vamos a hablar sobre Sigyn y Loki, dos dioses de la mitología nórdica.


Sigyn, era la Diosa de la Fidelidad y erróneamente es considerada como una diosa menor y que todo se reduce a su simple labor como esposa fiel y leal del Dios Loki. No obstante esa reducida insignificancia es más que errónea.

Cuando los dioses atraparon a Loki junto a Sigyn y sus dos hijos. Los dioses los llevaron a una cueva donde convirtieron a uno de sus hijos en un lobo, el cual mató a su hermano.

La Diosa Skadi puso una serpiente venenosa encima de la cabeza de Loki para que el veneno que gotease cayese sobre la cara de Loki y le quemase lentamente.

Sigyn, la esposa fiel y leal quedó a su lado con un cuenco el cual era donde caía el veneno de la serpiente. No obstante cuando el cuenco se llenaba, Sigyn debía vaciarlo y cuando eso pasaba la cabeza de Loki quedaba al descubierto y sufría las consecuencias de sentir veneno en su cara.

Cuando eso pasaba, se retorcía de dolor y eso provocaba terremotos en Midgard, el planeta de los humanos.

Cuenta la leyenda que Sigyn estuvo en la cueva junto a Loki hasta el día del Ragnarok, por eso ella es la diosa de la fidelidad.


Esta historia deja claro que Sigyn no solo no era una diosa menor, sino que su fidelidad y lealtad la convertía en una de las deidades más valientes de la Antigua cultura Vikinga. Sacrificó su libertad, y hasta habría sacrificado su vida por estar al lado del hombre al que ella amaba.

Esta relación es una relación basada en amor, lealtad, respeto, paz y se podría llenar libros y libros sobre la historia de amor entre Sigyn y Loki.

Ambos formaban un matrimonio perfecto. Lo que a él le sobraba, a ella le faltaba. Y lo que a ella le sobraba, a él le faltaba.

KAKÍA (MITOLOGÍA GRIEGA)

En la mitología griega, Kakía o Caquia, en griego Κακία (para los romanos, Malicia) era una Daemon que personificaba el vicio y la inmoralidad. Era descrita como una horrenda mujer gorda y vanidosa, muy maquillada y vestida con ropa reveladora. Intentaba tentar a las personas para que se volviesen malas, siendo su tentación más famosa la de Heracles, el más grande y más famoso de los héroes divinos en la mitología griega.


Su espíritu opuesto era Areté, la virtud. Se cree que podría ser hija de Nix, y vivía en el mundo subterráneo junto a los otros Daemones.

CÁSTOR Y PÓLUX, LOS HIJOS DE ZEUS

La palabra Géminis viene del latín "gemini" (gemelos), plural de "geminus" (gemelo). Es el nombre de la tercera constelación del zodiaco.




El mito de la leyenda griega nos cuenta que la reina Leda estaba casada con el rey de Esparta, el rey Tindáreo. Leda era una hermosa mujer que captó la atención de Zeus y, como sabemos, el dios del Olimpo era un gigoló con muchos desenfrenos sexuales que quería seducir a cuanta mujer podía.

Una noche, mientras Leda paseaba por el borde de un lago, Zeus bajó del Olimpo y se transformó en un bello cisne. Leda quedó prendada del animal y se puso a jugar con él, pero fue cuando Zeus la sorprende y la posee. Se dice que Zeus tuvo con Leda tan sólo media noche de amor, porque Leda estuvo con su esposo durante la otra mitad de la noche.

Leda regresó con su marido el rey y también tuvo relaciones, por lo que quedó embarazada de los dos. De esas uniones, nacieron cuatro hijos, pero curiosamente fueron dos hijos mortales (Cástor y Clitemnestra) y dos hijos inmortales, por ser de Zeus (Pólux y Helena).

En este mito como verás hay dos pares de gemelos, uno masculino y uno femenino. La mitad de cada par es mortal y la otra mitad es inmortal. Y la chica Helena de quien hablamos más tarde será conocida como la legendaria Helena de Troya.

Al nacer los cuatro bebés, el rey Tindáreo se enteró de la osadía del dios Zeus, y por supuesto, se enojó terriblemente por lo que le hizo a su mujer. Pero su ira se calmó cuando supo que Cástor y Clitemnestra eran hijos de él y los otros dos, Pólux y Helena, de Zeus.

Aunque los gemelos eran diametralmente distintos y opuestos, los unía sin embargo un profundo amor y permanecieron el uno junto al otro todo el tiempo, haciéndolo todo siempre juntos. Cástor y Pólux forman un vínculo inseparable y se les conoció como los "Dioscuros", que significa: 'los hijos de Zeus'.

Cástor era famoso como soldado y domador de caballos mientras que Pólux era un boxeador y guerrero excelente. O sea, uno más tranquilo y el otro más peleonero. Pero ambos eran fuertes, atrevidos, audaces, y pronto fueron el orgullo de toda Esparta gracias a sus hazañas y aventuras.

Los gemelos participaron en casi todas las grandes aventuras de su época. Entre ellas formaron parte de la tripulación de los Argonautas que Jasón juntó para que ayudaran a recuperar el mítico Vellocino de Oro.

No obstante, la tragedia llegó en otra misión. Los gemelos viajaron al país gobernado por Idas y Linceo, otro par de gemelos notables. Idas, en la pelea, asesinó a Cástor con una lanza, a lo que Pólux respondió matando a Linceo. Zeus por su parte intervino furioso y mató a Idas por haber asesinado a Cástor.

La pena de Pólux por la muerte de su hermano era tan grande que imploró a su padre Zeus que le devolviera la vida o él mismo rechazaba su inmortalidad si no podía compartirla con su hermano Cástor.

Zeus, conmovido, decidió colocarlos juntos en el cielo, formando la constelación de Géminis. También se le concedió a Pólux compartir su inmortalidad con Cástor de una manera muy particular.

Durante la primera mitad del año ambos descenderían al Hades, entre los muertos, y durante la segunda mitad regresarían a la vida, formando parte del firmamento, del Olimpo celestial, y así estarán toda la eternidad.

Los gemelos simbolizan de esta manera una experiencia cíclica de opuestos, ya que cuando son mortales, deben probar la muerte y la oscuridad, pero cuando son divinos, obtienen la luz y los placeres de los dioses. Esta es la dualidad nativa del signo Géminis: luz y oscuridad, material y espiritual.

Es por esta leyenda que se exalta la dualidad de Géminis, que estará en conflicto constante con su opuesto. Deben librar la batalla interna ya que la personalidad total depende de ambos lados de la moneda: sin un aspecto, el otro no puede existir, se siente incompleto.

EL GRAN IMPERIO BABILÓNICO

El Imperio Babilónico fue uno de los más poderosos de su tiempo, y tenía su epicentro en la famosa ciudad de Babilonia. Este imperio tuvo dos fases bien diferenciadas. Una primera fase de esplendor aproximadamente entre los años 1800 y 1600 a.C. y otra fase denominada Neobabilónico que se extendió por los siglos VI y VII a.C. El fin del Imperio Babilónico llegó finalmente con la invasión del rey persa, Ciro II «el grande».


Babilonia fue un importantísimo centro cultural, que recogió numerosas tradiciones, culturas y conocimientos acadios y sumerios. Pero en este caso no vamos a hablar de la cultura sumeria, sino de su economía y de su organización política.

LOCALIZACIÓN DE BABILONIA

El Imperio Babilónico estaba localizado entre el desierto de Siria y la meseta de lo que hoy es Irán. Con dos ríos como el Eúfrates y el Tigris recorriendo el llano en paralelo e inundando la superficie para dejar una tierra fértil de aluvión. Tanto el río Tigris como el Eúfrates tienen su origen en las montañas de Armenia, cruzan el país de norte a sur para terminar su recorrido en el Golfo Pérsico.

Estos ríos tenían, en la época del Imperio Babilónico distintas desembocaduras no como ocurre actualmente, esto se debe a que la costa se encontraba 200 km tierra adentro respecto a la situación actual.

Con un clima cálido exento de fríos inviernos, terreno fértil, acceso a fuentes de agua y sin fronteras ni defensas naturales, ha sido tradicionalmente un lugar deseado y a menudo invadido.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE BABILONIA

Los Babilonios eran una civilización avanzada capaz de crear grandes templos y una ciudad que debió ser un verdadero paraíso. De Babilonia es la primera ley escrita, una lugar especial desde donde se organizaba todo el Imperio.

EL REY

La ciudad de Babilonia se consideraba propiedad del dios Marduk y era este dios el que designaba, según los babilonios, a su representante en la tierra es decir, al rey. Éste sería el encargado de administrar y gestionar todo el imperio aunque no tenía la consideración de ser divino como ocurría en Egipto.

El rey era un intermediario entre el dios Marduk y la población pero no gobernaba en solitario ya que vivía rodeado de colaboradores o lo que podríamos llamar clases nobles, quienes le ayudaban y aconsejaban en su administración.

ESCLAVOS Y HOMBRES LIBRES

La población babilónica estaba dividida en distintos estamentos donde podíamos encontrar hombres libres y esclavos. Los esclavos podrían alcanzar la libertad si eran poseedor de bienes suficientes como para comprar su libertad.

Los hombres libres, también se dividían en dos tipos los privilegiados y los Muskhenum. Dentro de los hombres libres privilegiados tenemos la clase social de los sacerdotes y de los funcionarios, mientras que los Muskhenum pertenecían al sector comercial y productivo un sector que englobaba a los comerciantes, campesinos y artesanos.

ESTAMENTO RELIGIOSO Y CREENCIAS

En cuanto a sus cultos religiosos, la sociedad babilónica no era monoteísta sino todo lo contrario tenían muchas deidades y divinidades, siendo unos mucho más importantes que otros.

Los dioses babilónicos tenían cualidades casi humanas con sus defectos, pasiones y cargados de sentimientos. Entre los dioses principales podemos encontrar:

Marduk, el más importante de todos, dueño y propietario de la ciudad de Babilonia

Anu, era el dios de cielo

Enlil, dios del aire

Ea, dios de las aguas

Sin, dios de la luna

Sahmash hijo sin y dios del sol

Ishtar diosa del planeta Venus, protectora del amor y de la guerra.

Dentro de las creencias religiosas, los babilonios eran enterrados en tumbas sencillas, lejos de los ornamentos grandiosos de las tumbas egipcias. Bajo la creencia de que cuando un hombre moría éste descendía a los infiernos donde viviría alimentándose de los vivos. Pero si había una clase social que podía alcanzar el descanso eterno eso eran los guerreros caídos en batalla.

Los sacerdotes tenían una función muy importante dentro de la sociedad y la política babilónica ya que era el encargado de interpretar los deseos de los dioses, con la facultad añadida de además adivinar el futuro, pudiendo manejar la política a su interés mediante predicciones catastróficas, generando terror y aumentando su poder.

CÓMO SE DISTRIBUÍA EL PODER

El imperio Babilónico estaba gobernado por un Rey, que era la autoridad absoluta en el territorio. En la historia de Babilonia el más destacado de ellos fue el Hammurabi que reinó entre el 1790 a.C y el año 1750 a.C aproximadamente. Además de su importancia como conquistador, este rey redactó el código de Hammurabi, que es el primer código de leyes escritas de la historia. Destacar que este código ya otorgaba a la mujer los mismos derechos que al hombre y además ya contemplaba la posibilidad del divorcio.

Éste rey era un monarca absoluto. Con esto se quiere decir que se encargaba de ejercer el poder legislativo, judicial y ejecutivo. Él mismo se encargaba de dictar las normas, a su estilo y a hacerlas cumplir. Debajo de su cargo, había otro inferior que estaba formado por gobernadores y algunos administradores. No todos, podían serlo. Era un grupo muy selecto y eran elegidos por el mismo rey. Después de ellos, se encontraban los alcaldes y los consejos de ancianos, que debido a su experiencia, se encargaban de la administración de la localidad.

Estas eran las únicas figuras que realmente realizaban las labores «políticas». El resto de la población se dividía entre hombre libres y esclavos. Los esclavos podían llegar a comprar su propiedad. Por su parte, entre los hombres libres los había de clase baja (campesinos, pequeños comerciantes), y de clase alta (normalmente sacerdotes o comerciantes que alcanzaron gran riqueza).

Hamurabi, fue un soberano de lo más ilustre, porque aparte de llevar la administración del pueblo de manera eficiente, mantenía el respeto de parte de la civilización, por los derechos que les otorgaba. Fortificó su capital, amurallándolo y extendió su imperio desde el Elam, que estaba en el este, hasta Sirio, que estaba en el oeste. Pero las conquistas y las construcciones, aunque fueron buenas, siempre destacaron por cómo conseguía que sus súbditos vivieran con paz y justicia.

Durante su reinado, se convirtió en el centro principal del comercio con todas las comarcas de Asia occidental. Cuando murió, el imperio no se detuvo, sino que su esplendor siguió creciendo a lo largo de dos siglos más. Su código, a pesar de su muerte, el código de Amuraba, seguía funcionando, ya que la base de este código se cimentaba sobre tres bases indestructibles.

Promulgar la justicia

Poner en orden la tierra

Procurar el bien del pueblo

Con este código, se reflejaba el carácter protector que tenía Hamurabi para con su pueblo y siempre fue el primero en hacer cumplir la ley, según las normas establecidas. Aquí, un ejemplo de lo que se promulgaba en sus normas.

Si alguien roba algo del templo o del palacio, morirá.

Si una vendedora de vino, tiene la media corta, se echará la taberna al río.

Si un hombre hace un agujero en una casa, para entrar a robar, se le matará y se le enterrará delante del agujero.

Si un hombre acusa a otro de un crimen capital y no puede probarlo, será castigado de muerte.

Sí, mucha muerte por aquí, pero las normas funcionaban y se veía una civilización, con una organización política plausible y llevadera que daba frutos a una comunidad justa y que vivía en paz.

EXPANSIÓN TERRITORIAL DE BABILONIA

La gran expansión territorial del Primer Imperio Babilónico fue llevada adelante por Hammurabi. Este rey avanzó sobre las ciudades sumerias de la Baja Mesopotamia y posteriormente llegó a dominar la Alta Mesopotamia, hasta la ciudad asiria de Mari. Gracias a estas conquistas el imperio de Hammurabi iba más allá de Mesopotamia, cubriendo desde el mar Mediterráneo hasta Susa (en la zona de Elam) y desde el Kurdistán hasta el Golfo Pérsico, en el sur. Como hemos dicho, llegó a ser uno de los imperios más florecientes de la época.

ACTIVIDADES ECONÓMICAS DE BABILONIA

Las actividades económicas que se desarrollaron durante el Primer Imperio Babilónico son bien conocidas gracias a las leyes del Código de Hammurabi, que es una muy importante fuente histórica y que ayuda a historiadores a conocer como era la economía durante el imperio babilónico

Gracias a él sabemos que la base de la economía era la agricultura, que al igual que los otros pueblos que ya estudiamos (acadios y sumerios) dependía de la construcción de canales para el riego. También había un importante desarrollo de la ganadería. Los impuestos o tributos al Imperio se pagaban en especie, es decir, se entregaban los distintos productos en que cada región trabajaba.

El comercio y el desarrollo de la tecnología y de las infraestructuras también se vieron afectadas muy positivamente por el desarrollo cultural y, en especial, del desarrollo de las matemáticas y las ingenierías. Por una parte, se necesitaban conocimientos de ingeniería avanzados para poder realizar los planos de todos los diques, presas y demás obras de gran tamaño que se llevaron a cabo en la época, recogidas sobre todo de los conocimientos previos de los sumerios.

Asimismo, en Babilonia se utilizaba el sistema métrico sexagesimal, que es un sistema muy similar a nuestro sistema decimal, pero que en vez de tener su base en el 10, lo tiene en el 60. Gracias al desarrollo prematuro de este sistema métrico en Babilonia se pudo avanzar muchísimo en el desarrollo de la aritmética o el álgebra.

MOTIVO DE DECADENCIA DE BABILONIA

Los problemas en el Imperio comienzan poco después de la muerte del Rey Hammurabi (segunda mitad del siglo XVIII a.C.), cuando diversos pueblos sometidos por los babilonios comienzan a rebelarse. La caída final del Imperio llegará en el siglo XVI cuando el pueblo de los Hititas invaden la ciudad y la destruye. Posteriormente, llega un nuevo período de esplendor del Imperio Babilónico, pero éste termina finalmente con la invasión por parte del Imperio Persa, en el año 539 a.C.


Más de 1200 años después del reinado de Hamurabi, todo lo que se creó allí, comenzaron a modificarse de manera escandalosa. La estructura social, la arquitectura, el arte, la ciencia y la literatura, fueron retocados. La organización social, se vio afectada. Por suerte, sólo fueron pequeños detalles, ya que la esencia, se trató de conservar.

Gracias a esto que se sabe y muchos investigadores han dado a conocer, nos acercamos al enigmático y misterioso reino de Babilonia, un reino que aunque fue algo duro, creó leyes, respeto e impartió la justicia para que su pueblo viviera en armonía, aunque actualmente, la historia lo considera como las normas de un mundo antiguo, muchos amantes de las civilizaciones perdidas, hallaron estas organizaciones, fascinantes.

MÍRIAM, LA PRIMERA SACERDOTISA DEL PUEBLO HEBREO (MITOLOGÍA HEBREA)

Como muchos sabemos, gran parte de lo que vemos en las escrituras de la famosa Biblia Católica y de las religiones derivadas de esta, la ausencia de la mujer en roles importantes es notable. No se hace mención a figuras femeninas importantes y su importancia dentro de la historias de este libro, tal es el caso de María Magdalena quien fue una figura importante durante los inicios del cristianismo para muchos fieles, incluso contaba con un Evangelio Apócrifo (Evagelio omitido e ignorado) en donde se hace mención que Jesús, se le apareció primero a ella durante su resurrección e incluso le asigna el papel de liderar a los seguidores de Jesús, los primeros cristianos (tarea que en la Biblia actual es encomendada a Pedro). Pero bien, ese es solo un ejemplo y un personaje que tratare más adelante.


El día de hoy nos vamos a lo más antiguo de la mitología hebrea y vamos a conocer a un personaje no desde un enfoque bíblico, sino mitológico y es Míriam, la hermana de Moisés

Antes que nada debes saber que Míriam (también traducido como María) fue una profetisa y cantora de Israel, hija de Amram y Iojebed, hermana mayor de Aarón y de Moisés, aspecto importante ya que gracias a esto, ella era la matriarca y líder de la familia e incluso podía tomar decisiones importantes muy por encima de Aarón y Moisés, de acuerdo a los mitos hebreos que se conocen actualmente.

Se dice que vivió en el período en que los israelitas vivían en Egipto como esclavos y el faraón había decidido matar a todos los hijos varones que nacieran. Según cuenta el mito, habiendo estado embarazada, Iojebed, dio luz a Moisés y, para protegerlo, intentó mantenerlo escondido. pero, no pudiendo ocultar más al recién nacido, por miedo a que lo delataran los llantos y toda la familia muriera, "tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río".

En el mito antiguo (exactamente como lo conocemos en la versión de la Biblia Actual) Miriam siguió la canastilla para ver que el recién nacido estuviera a salvo. La canasta fue encontrada por la hija del faraón, que al verlo, decidió adoptarlo. Al ver esto, Míriam salió de su escondite, para decirle que le traería a una mujer que le diera pecho al bebé, enviándole a su propia madre. Al niño lo llamaron Moisés.

Según los mitos hebreos, fue ella quien, a pesar de su edad avanzada, inició las danzas y los cantos para dar gracias a Dios por el milagroso paso del Mar Rojo que permitió al pueblo de Israel escapar de Egipto. Y otro aspecto importante de esta figura femenina en los mitos hebreos, es que Míriam se encontraba a la cabeza de las mujeres del pueblo hebreo y aparte era la encargada de tomar decisiones importantes, es decir, tenía voz y voto. Además junto con otras mujeres hebreas, se le encomendaron labores y actividades de suma sacerdotisa y profeta (cosa que es muy raro leer en los escritos bíblicos).

Cabe decir que a pesar de que la historia siempre nos pone a Moisés como el líder del pueblo hebreo que huyó de Egipto, de acuerdo a la mitología hebrea, esta en realidad nos muestra como líder y protectora a Míriam. Ya que por ser la mayor era considerada la matriarca de la familia y su rol era de suma importancia. Incluso muchas investigaciones recientes que se han hecho sobre la vida de esta sacerdotisa y la familia de Moisés han sugerido que esta tenía aspectos matriarcales en donde la mujer era la que desempeñaba el papel de líder.

De su carácter se sabe que era una mujer que le agradaba motivar a otros en momentos de dificultad y por su disposición a trabajar, se convirtió en una de las figuras principales en el rápido crecimiento de la tribu. Ella tenía múltiples cualidades, era protectora, emprendedora, ingeniosa, madura, y desinteresada (y si la comparamos con las cualidades de Hestia, diosa griega del hogar, son prácticamente las mismas).

Terminado esto, les diré, no se me claven ni nada, el punto no es hacerles dudar de sus creencias. Aquí lo interesante es conocer a los personajes bíblicos no desde un punto de vista religioso, sino mitológico. Si quieren conocer más mitos hebreos y más completos y con más personajes que están ¡de coña!, como Lilith, Naamah (la hija de Lilith concebida asexualmente), Alouqua, los Grigori y entre otros más, les recomiendo el libro llamado ''Los Mitos Hebreos'' de Robert Graves y Raphael Patai.

CASANDRA Y SUS TRÁGICAS PROFECÍAS QUE NADIE CREYÓ

Casandra es uno de los grandes personajes femeninos del ciclo homérico. Una figura que, por su fuerza trágica, impactó tanto a los poetas arcaicos como a los tragediógrafos clásicos. Un personaje que ha sobrevivido a través de los siglos como representación inmortal de las desgracias que conlleva ser mujer en un mundo dominado por los hombres, el cruel destino de quien conoce el futuro pero está condenado a ser ignorado por sus semejantes.


ANTES DE LA GUERRA DE TROYA


Casandra es hija de Príamo, rey de Troya, y Hécuba, su esposa. Como una de las muchas princesas engendradas por Príamo, estaba destinada a recibir una educación palaciega y a ser prometida en matrimonio a un dirigente extranjero para consolidar las relaciones políticas de Troya. Sin embargo, desde niña, Casandra demóstró una inteligencia fuera de que era esperable para una mujer, inteligencia que se veía acompañada por un punto de rebeldía. Ambas características hicieron que Casandra se ganara una fama de desequilibrada en Troya y entre su propia familia. Sólo Héleno, su hermano mellizo, comprendía a Casandra y compartía con ella sus preocupaciones y cuitas.

Cuando llegó a la adolescencia, Casandra se convirtió en una joven hermosa, de pelo oscuro y rizado y ojos negros. Tal belleza no pasó inadvertida al dios Apolo, que quedó prendado de ella. Según algunas versiones del mito, el dios otorgó a la joven el don de la profecía como medio para seducirla, pero al negarse ella a tener relaciones con él, Apolo escupió en su boca una maldición: Casandra podría ver el futuro, pero nadie creería sus palabras. Otras fuentes afirman que fue la propia Casandra la que se ofreció sexualmente a Apolo para conseguir que éste le otorgara el poder de la profecía, sólo para negarse después a cumplir su parte del pacto, a consecuencias de lo cual el dios le lanzó la maldición. Todas as versiones coinciden en que Casandra obtuvo el poder de vaticinar lo que ocurriría en el futuro, con el castigo de no ser creída por nadie que escuchara sus palabras. En algún momento antes o después de este suceso, Casandra se convirtió en sacerdotisa de Apolo, jurando permanecer virgen hasta el día de su muerte.

Sólo una vez en toda la tradición se hizo caso de las palabras de Casandra. Cuando el joven Paris llegó a Troya para competir en unos juegos atléticos, ella le reconoció como su hermano perdido, por lo que el rey Príamo aceptó al pastor como uno de sus hijos.

Casandra no tardó en lamentar el haber reconocido a Paris como príncipe troyano. Al encargarle Príamo a éste que partiera a Grecia en misión diplomática, Casandra trató de advertir a todos de las nefastas consecuencias que este viaje tendría para Troya, Tal y como Apolo había impuesto, nadie creyó sus palabras, y Paris partió, para regresar meses después con Helena, esposa del rey de Esparta. Una vez más, Casandra advirtió a todos de la desgracia de acoger a aquella mujer en la ciudad, llegando a agredirla y romper el velo que cubría su rostro. Casandra había visto cómo mientras Troya ardía hasta los cimientos, Helena regresaba a su hogar para vivir una existencia dichosa junto a su esposo y sus hijos. Príamo, cansado de los malos augurios que salían de la boca de su hija, la mandó despedir de su presencia. Helena se quedaría en Troya, sellando de esta manera el destino de la ciudad.

DURANTE LA GUERRA DE TROYA

Casandra pasa toda la guerra de Troya augurando la destrucción de la ciudad ante todo aquel que quisiera escucharla. Sólo su hermano Héleno creía sus palabras, motivo por el cual trató de escapar de la ciudad, siendo capturado por los caudillos griegos.

Casandra predijo también a su primo y cuñado Eneas que él sería el único de los caudillos troyanos que escaparía de la ciudad en llamas, para marchar a las costas de Italia y fundar allí una nueva Troya, de cuya estirpe siglos después nacería la ciudad de Roma.

Cuando los griegos fingieron partir de nuevo hacia su patria y dejaron como presente de paz un caballo de madera, Casandra advirtió a los troyanos del peligro de aquel regalo. Al ver que, como era habitual, nadie le hacía caso, ella misma tomó un hacha y una antorcha y se dirigió hacia el caballo de madera, dispuesta a prenderle fuego. Los troyanos la detuvieron, cubriéndola de insultos y obligándola a apartarse del lugar.


Para tratar de sustraerse a la muerte segura que le sobrevendría en el momento en que los griegos tomaran la ciudad, Casandra se ocultó en el templo de Atenea, donde, abrazada a la estatua de la diosa, suplicó su protección. En aquel lugar la encontró Áyax Oileo, aún abrazada a la estatua. Pese a las súplicas de la joven y a que se encontraba en lugar sagrado, Áyax Pintura de figuras rojas que muestra la violación de Casandra a manos de Áyaxvioló a Casandra en el templo, tras lo cual ella fue conducida al campamento de los aqueos para reunirse con el resto de las mujeres troyanas que habían sido tomadas como esclavas. Atenea, que hasta el momento había estado del lado de los griegos, montó en cólera, y de acuerdo con Poseidón decidió vengarse de la mayor parte de los caudillos aqueos poniendo todo tipo de obstáculos en su regreso a la patria.

DESPUÉS DE LA GUERRA DE TROYA

Una vez en el campamento de los griegos, Casandra fue entregada como esclava a Agamenón, rey de Micenas, que quedó prendado de su belleza y decidió convertirla en su concubina. A sabiendas del destino que le aguardaba, Casandra se resignó a asumir la voluntad de su nuevo amo. Algunas fuentes indican que en el camino de regreso a Micenas, Agamenón engendró junto a Casandra una pareja de gemelos.

Cuando el rey de Micenas regresó al hogar, su esposa Clitemnestra pudo al fin cumplir su larga y meditada venganza por la muerte de su hija Ifigenia. Tras fingir una cálida bienvenida a su esposo, Clitemnestra organizó su muerte a manos de su amante, Egisto. Éste asesinó al rey mientras disfrutaba de un baño. Al morir Agamenón, la suerte de su concubina estaba echada. Clitemnestra ordenó el asesinato de Casandra, que ya sabía que la muerte le aguardaba tras su llegada a Micenas.

LAS MUSAS GRIEGAS

Ya saben que a mi me encantan todos los temas que tengan que ver con la mitología griega, así que aquí les comparto uno de mis personajes mitológicos favoritos. Las más queen, icónicas, con cuerpatzo y sobre todo actitud, las musas de la mitología griega.



¿QUIENES ERAN LAS MUSAS? CONOCE SU HISTORIA E IMPORTANCIA EN LAS ARTES GRIEGAS

Somos las Musas, diosas de las artes que proclaman a los héroes. Héroes como Hércules, querrás decir múscules, ay, me encantaría hacer un poco de música. Nuestra historia comienza en realidad mucho antes de Hércules, hace muchas eras.

A lo largo de los años, diversas cintas ya sea como animadas o de imagen real, han usado como referente historias y personajes de la gran y enigmática cultura griega ¿y como no? Es una de las culturas que más impacto ha tenido en la humanidad, ya que gran parte de nuestras palabras, artes y literatura tuvieron sus inicios en la Antigua Grecia, muchas de las cosas que actualmente conocemos.

Pero nos estamos desviando del tema. Muchos conocemos la cinta de Disney, Hércules. Misma cinta que tiene como característica especial las armoniosas voces y gran ritmo de las Musas, porque hay que admitir que sin las musas, la cinta de Hércules, no tendría ese toque tan rítmico que nos encanta. Pero nunca te has preguntado ¿quienes eran las musas? ¿cuantas eran en realidad? ¿sus orígenes? Pues agárrate, que aquí te voy a explicar hasta la historia de su madre.

HISTORIA

Las nueve Musas fueron resultado de 9 noches consecutivas de amor entre el padre de dioses, Zeus, y la diosa de la memoria, Mnemóside. Esto las hacía nietas de Urano y Gea (el Cielo y la Tierra)

Ahora, detengámonos un poco, vamos a conocer un poco acerca de Mnemóside ¿quien era ella?

Mnemósine en griego (Μνημοσύνη Mnēmosýnē) y su equivalente romana era la diosa Moneta aunque a veces también se usaba su nombre griego, fue la diosa de la memoria y en su tiempo se consideró una de las divinidades con más poder porque sabe “todo lo que ha sido, todo lo que es y lo que será”.

En la mitología griega era conocida como la personificación de la memoria, era una de las titánides hija de Urano y Gea, hermana de los seis Titanes Océano, Crío, Cronos, Ceo, Hiperío, Jápeto, y sus hermanas eran Tetis, Temis, Rea, Tea Y Febe. Según la Teogonía de Hesíodo fue la quinta esposa de Zeus precedida por Metis, Temis, Eurínome y Deméter.

Se cuenta que los dioses le pidieron a Zeus que procreara divinidades que fueran capaces de sembrar inspiración a músicos y poetas para así impulsar el artes y las ciencias. Zeus cumplió y se unió con Mnemósine nueve noches seguidas y como resultados de estas uniones fueron las nueve Musas. La diosa dio a luz durante nueve días, cada día traía una hija, famosamente conocidas como las nueve Musas.

Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talia, Terpsícore y Urania.

Se dice que, desde que las Musas nacieron las celebraciones en el monte el Olimpo no fueron las mismas, pues ellas no podían faltar porque eran el complemento perfecto para la diversión y entretenimiento de los invitados, siempre cantaban y relataban todos los hechos magníficos que sucedían de una manera muy artística y muchos mitos siempre las describen sentadas al lado del trono de su padre Zeus.

SU IMPORTANCIA DENTRO DE LA CULTURA GRIEGA

Las musas griegas eran unas de las divinidades que abundaban en la Antigua Grecia y que tenían menos poder que los dioses del Olimpo. Se trata de jóvenes doncellas que han sido inspiración de distintos creadores durante siglos. Esto es así porque en la mitología griega se consideraban fuente de inspiración para la poesía, la música, la retórica, la danza y ciencias exactas como la historia y la astronomía.

Son reconocidas por sus poderosas y melódicas voces, de hecho el primer canto que llevaron a cabo fue cuando cubrieron la victoria del Olimpo contra los Titanes. Se sabe que al principio no se tenía claro la cantidad de musas que existían, hasta que Hesíodo —quien decidió convertirse en poeta al encontrarse con la presencia de estas musas— fue quién las consolidó, estableciendo que se trataban originalmente de 9 musas a las cuales acabó bautizando como “las nueve Musas”.

Uno de los sinónimos de las musas indica que también podrían llamarse Piérides, ya que según la leyenda, estas nacieron a los pies del Olimpo, en la periférica de Pieria.

En la antigua Grecia, las musas fueron de vital importancia en el desarrollo artístico y científico de la época. También se dice que estas acompañaban a los reyes para inspirarlos a elaborar emotivos discursos e influenciarlos a tener una buena actitud y a su vez tomar buenas decisiones frente a su gobierno (quizás haya falta un poco de mitología griega en nuestros gobiernos actuales).

Con frecuencia se presentaban como cantantes en las festividades más importantes entre los dioses, deleitando a todos con sus cantos angelicales y la dulce melodía que tocaban con sus instrumentos. Gracias a esto, eran consideradas compañeras del dios Apolo, dios de la música.

LAS 9 MUSAS

CALÍOPE

Es la Musa de la belleza, la elocuencia y la poesía épica, también se le conocía como ‘la de la bella voz‘. Esta musa fue la más relevante y significativa de las nueve. En términos artísticos, se le veía representada llevando una corona de laureles, una tablilla, un estilete y un libro. Según algunas historias, es madre de Linus y Orfeo.

Se la representa con las características de una muchacha de aire majestuoso, llevando una corona dorada, emblema que según Hesíodo indica su supremacía sobre las demás musas. Se adorna con guirnaldas, llevando una trompeta en una mano y un poema épico en la otra.

Es la mayor porque es la que primero aparece en la Teogonía. Se dice que es la más poderosa y es conocida por su bella voz. Es la musa de la palabra, por lo que inspira a aquellos que se dedican a la elocuencia, la poesía épica y a la belleza. Se le representa con un estilete y una tabla para la escritura.

La preeminencia de Calíope sobre sus hermanas demuestra que en Grecia se le daba mayor importancia e impulso a la poesía épica, por lo que los poetas recurrían a su auxilio pidiendo inspiración.

Sin embargo, este no era su único poder, debido a que en la tradición de Hesíodo se le asigna la labor de acompañar a los reyes para que de ellos fluyeran las mejores palabras, las más bellas y con sentido de oportunidad.

Como las demás musas, Calíope es hija de Zeus y Mnemósine (la Memoria). Se casó con Eagro y con él fue madre de Orfeo, Marsias, Ialemo y Lino, si bien también se dice que el padre de este último fue Apolo. Con Estrimón, uno de los oceánidas, fue madre de Reso, un rey tracio que murió en la Guerra de Troya el día siguiente de su llegada. Por otro lado, Estrabón afirma que fue madre con Zeus de los Coribantes.

Algunas fuentes le atribuyen la maternidad de Himeneo, dios de los esponsales y del canto nupcial, si bien otras afirman que era hija de Clío o Urania.

Se dice que Calíope quedó prendada de Heracles y le enseñó el modo de reconfortar a sus amigos cantando en los banquetes. En otra ocasión Zeus le encargó la resolución de la embarazosa disputa entre Afrodita y Perséfone por la custodia (y disfrute) de Adonis.

La resolvió decidiendo que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien él eligiera. Se dice que Calíope cayó 12 años después en el Inframundo tras la muerte de su hijo Orfeo y dos años después de la muerte de su esposo Eagro.

CLÍO

Es la musa de la historia. Fue quien introdujo el alfabeto fenicio en Grecia, y quien se encargaba de inspirar generosidad entre las personas y celebrar los triunfos de otras. Conocida popularmente como ‘la que ofrece gloria‘, era representada con una trompeta y un libro abierto.

En sus múltiples representaciones suele verse como una joven mujer que lleva un pergamino como símbolo de la escritura de la historia y una trompeta. En algunas representaciones se incluye también la presencia de un globo terráqueo y, de alguna manera, la incorporación del tiempo. Según los expertos, esto quiere decir que la historia es competencia de todo el mundo y durante todo el tiempo.

Clío tuvo un hijo con Píero, rey de Macedonia, llamado Jacinto (les recuerda a algo, el mito de Apolo y Jacinto). Algunas fuentes afirman que también fue madre de Himeneo.

A veces sus estatuas llevan una guitarra en una mano y un plectro en la otra, pues también se la consideraba inventora de la guitarra. En otras representaciones mucho más clásicas, se ve a Clío llevando en la mano izquierda un rollo de papiro; a sus pies, tiene una caja para guardar rollos.

EUTERPE

Es la musa de la música. Se le atribuye la invención de la flauta doble, teniendo mayor efecto en la música tocada por flautas; y es representada con la misma (aunque algunas veces también se le representa con una flauta simple). Es conocida como ‘la muy placentera’. Sin embargo, muchos estudiosos afirman que fue Atenea quien inventó la flauta doble o el aulos. Pese a esta divergencia, Euterpe es la protectora de los flautistas.

Por lo general se la representa coronada de flores y llevando entre sus manos el doble-flautín. En otras ocasiones se le representa con otros instrumentos de música: violines, guitarras, tambor, etcétera. A finales de la época clásica se la denominaba musa de la poesía lírica, y se le representaba con una flauta en la mano.

El río Estrimón dejó a Euterpe embarazada. Su hijo, Reso, dirigió a una partida de tracios y murió a manos de Diomedes en Troya, según la Ilíada de Homero.

ERATÓ

Es también llamada ‘la amorosa’. Musa de la poesía lírico-amorosa o del arte lírico. Se le ve representada comúnmente portando una lira. En las representaciones suele llevar en su cabeza un tocado de rosas y una cítara o una lira para musicalizar los versos. También en algunas representaciones está presente una flecha que la conecta con Eros, otro protagonista en el binomio del amor.

MELPÓMENE

Es una de las dos Musas del teatro. Inicialmente era la Musa del Canto, de la armonía musical, pero pasó a ser la Musa de la Tragedia como es actualmente reconocida. Se la representa ricamente vestida, grave el continente y severa la mirada, generalmente lleva en la mano una máscara trágica como su principal atributo, en otras ocasiones empuña un cetro o una corona de pámpanos, o bien un puñal ensangrentado.

Va coronada con una diadema y está calzada decoturnos. También se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte muy difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa.

Esta muy asociada a Dioniso. También se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte muy difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa.

En algunas leyendas Melpómene aparece como madre de las sirenas, cuyo padre sería Aqueloo o Forcis, el padre de las Gorgonas. En una de sus manos sostiene un cetro y una corona, en la otra, un puñal. Se halla rodeada de fortalezas, armas y laureles y a su arrogancia se une la tristeza de la soledad.

Es la musa por excelencia del teatro, gracias a que en Grecia la tragedia era el género predilecto para ser representado. Algunos expertos consideran que Melpómene es la imagen de la frustración, porque un mito cuenta que tenía todo para ser feliz: riquezas, belleza y hombres a sus pies. De allí se deriva que ella condensa la verdadera tragedia de la vida; el drama de tenerlo todo y no poder ser feliz.

TERPSÍCORE

Es la musa de la danza, la poesía coral y los coros dramáticos. También llamada ”la que deleita en la danza”.

Se representa con una figura joven, ágil y muy esbelta ya que se trata de la musa de la danza, así como de la poesía coral y de los coros en general. En las representaciones generalmente lleva una lira y una guirnalda. En cierta tradición mitológica se afirma que Terpsícore era la madre de las sirenas, otros seres mitológicos de increíble belleza que habitaban los mares y que seducían a los marineros hasta arrastrarlos a la muerte.

URANIA

Es una de las nueve musas que está consagrada a las ciencias; en este caso, se trata de la astronomía y astrología. Se conoce por la mitología que es la menor de las nueve musas.

Su existencia evidencia que en la antigua Grecia la astronomía ocupaba un lugar preponderante en la vida, por lo que los astrónomos contaban con su propia musa para obtener de ella la inspiración necesaria. En el arte suelen representar a Urania vistiendo una túnica azul que representa el cielo; además, lleva un compás para medir y tiene muy de cerca un globo terráqueo. Su cabeza está coronada por estrellas para demostrar que es fuente de inspiración de los astrónomos y astrólogos.

En algunas representaciones también se le ve con otros objetos matemáticos, por lo que también se afirma que es la musa de las matemáticas y de todas las ciencias exactas.

Como dato curioso cabe decir que Urania es un nombre común para observatorios astronómicos tales como el Urania de Berlín, Viena, Zúrich y Amberes. También da nombre al observatorio astronómico histórico de Tycho Brahe el Uraniborg. Ha inspirado el nombre de numerosas agrupaciones astronómicas amateur y de varios grupos esotéricos no forzosamente relacionados con la astrología.

TALÍA

Y llegamos a mi favorita ¿recuerdan que en la película de Hércules había una musa chaparrita que tenía una gran chispa tanto en sus diálogos como en las canciones. Si estamos hablando de Talía, esa musa que nos hizo reír con sus ocurrencias en la cinta.

Talía, es la musa del arte, la comedia y a su vez de la poesía bucólica o pastoral. Se dice que otorgaba abundancia en aquellos que celebrasen grandes banquetes o populares festividades, motivo por el cual se le conocía como ‘la festiva‘.

Esta musa ayudaba inspirar la comedia, y la poesía bucólica o pastoril. Era una divinidad de carácter rural y se la representaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica como su principal atributo y, a veces, un cayado de pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzada de borceguíes o sandalias. Talía era hija de Zeus y Mnemósine. Fue madre con Apolo de los Coribantes.

POLIMNIA

Es la musa de los cánticos sagrados y la poesía “sacra”. Nombrada también como ‘la de muchos himnos’, se representaba como la más seria de todas las musas, vistiendo un gran vestido blanco y teniendo una actitud seria y callada. Teniendo un dedo sobre su boca, simbolizaba la discreción, el silencio y la tranquilidad.

También se le conoce como la musa de la retórica, por eso se le representa con un gesto adusto y serio, y generalmente acompañada por un instrumento musical que usualmente es un órgano. En cuanto la actitud, se le suele representar en gesto meditabundo, reflexionando, y en algunos casos luce un velo para dar señal de su carácter sagrado.

En algunos mitos se explica que ella fue la que enseñó la agricultura a los hombres.

ANTÍNOO, EL AMANTE DEL EMPERADOR ADRIANO

”Una noche más Adriano era incapaz de conciliar el sueño. Apoyado sobre la balaustrada que da frente a las aguas inmensas y serenas del Mediterráneo, con los ojos rebosantes de la más líquida amargura que jamás tuvo en su vida, miraba al cielo buscando ver allí a su adorado Antínoo. Y al fin creyó verle sonreír en la inmensidad de la noche, como un destello infinito que iluminó las lunas tristes de eterna soledad”. (Del relato corto inédito de Rafael Arribas ''El ombligo de Antínoo'').


¿Quién no ha oído hablar del emperador Adriano y su esclavo Antínoo?

Posiblemente sea la pareja masculina más famosa de todos los tiempos y motivo recurrente en la literatura gay. Sin embargo, no todos conocen los entresijos por los que discurrió este amor griego en plena Roma imperial y su proyección hasta llegar al siglo XXI, cuando el culto a Antínoo aún pervive. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de leyenda en esta hermosa crónica de amor y pasión? No siempre es fácil dibujar la delgada línea que a veces separa la realidad de la fantasía.



LOCURA DE AMOR

La pasión que Adriano (73-138 d.C.) sintió por el bello Antínoo pasó a la historia porque el augusto imperator quedó trastornado por la muerte prematura del muchacho, quien se ahogó de forma misteriosa en el Nilo durante un viaje a tierras egipcias. De no haber sido por aquel dramático desenlace, éste no habría pasado de ser un caso más de los muchos habidos entre un pedagogo erastés y su núbil erómenos, relación habitual en la Grecia clásica, cuyos ecos llegaron hasta la misma Roma. Pero la soledad y tristeza de Adriano ante la pérdida del bello efebo fue tan intensa que le impulsó a perpetuar su memoria de manera obsesiva.

Erigió estatuas en su honor a ambas orillas del Mediterráneo, desde el Cáucaso hasta Hispania. Acuñó monedas de curso legal con su efigie. Construyó templos por doquier dedicados a la nueva deidad. Levantó un mausoleo, el Antinoeion, en la Villa Adriana, en la colina del Tívoli, cerca de Roma. Instituyó juegos y fiestas en su honor. Fundó y edificó una ciudad entera, Antinóopolis, en el mismo lugar en el que su adorado amante había pasado a mejor vida. Hasta dio nombre a una constelación para poder verle con sólo alzar la vista hacia los cielos en las largas noches que siguieron a su desaparición.

EL JOVEN BITINIO

A los 18 años, el 30 octubre del 130 d.C., moría ahogado el joven Antínoo. Los motivos de su temprana muerte no están del todo claros, aunque todo parece indicar que el muchacho se hundió en las aguas profundas del Nilo ante la mirada aterrada del emperador. Comenzaba así uno de los mitos más sonados del mundo clásico. Sin embargo, la personalidad de aquel hermoso ejemplar humano, reflejada en los escasos datos biográficos, no ha podido ser reconstruida totalmente mediante la investigación histórica.

Algunas crónicas latinas señalan que el muchacho había nacido esclavo en la región romanizada de Bitinia, en el Asia Menor. Ello no impidió que su belleza llamara tan poderosamente la atención de aquel emperador viajero que desde entonces le acompañaría siempre en todos sus periplos. No se puede precisar la fecha exacta del encuentro, ya que Adriano viajó a Bitinia en los años 117, 121 y 123/124. Por su parte, Páncrates de Alejandría poetiza aquel primer encuentro y lo traslada al desierto de Libia: Adriano habría lanceado a un león que intentaba atacar al joven bitinio y de la sangre que salpicó la arena brotó el antinóeios, una hermosa y roja flor de loto

HISPANIA

A día de hoy sigue habiendo opiniones divergentes sobre el lugar de nacimiento del emperador Publio Elio Adriano.

Tradicionalmente se ha considerado que nació en Itálica, cerca de Santiponce (Sevilla), y así lo corroboran la mayoría de sus biógrafos. Sin embargo, una parte de la historiografía anglosajona se ha empeñado en situar su cuna en la ciudad de Roma, basándose en una sola fuente, la Historia Augusta, un texto que, en opinión de la profesora Alicia Canto, además de las interpolaciones de que adolece, carece de credibilidad frente a otros 25 testimonios que ratifican sin duda su origen hispánico.

Adriano, quien heredó el Imperio del también hispano y tío segundo suyo, Trajano, fue uno de los grandes nombres en la historia de la Roma antigua. Dentro de su programa cultural, que fue especialmente activo, Adriano se caracterizó por aspirar al ideal griego en su vida personal y también social. Por eso el perfil que de él se habían formado los romanos incluía la pederastia al estilo ateniense, entendida como una relación entre un maduro erastés, o mentor, y su joven erómenos en todos los aspectos de la vida, una visión muy alejada de la estrictamente sexual que recoge la tradición cristiana y desemboca en su moderna interpretación. Por otra parte, su matrimonio con su esposa Vibia Sabina no pasaba entonces por su mejor momento.

DE ESCLAVO A DIOS

Está claro que Antínoo se convirtió para Adriano en alguien mucho más importante que un compañero inseparable. De no haber sido así no se explica la obsesión del emperador por convertirle en una deidad después de fallecido, obsesión que perduraría hasta su muerte, ya sexagenario. Por otro lado, aunque por diferentes motivos, una relación tan fuerte entre el hombre más poderoso del imperio y un joven casi imberbe, cuya condición de esclavo le privaba de cualquier derecho, no podía pasar desapercibida para los contemporáneos, ni para las generaciones futuras. En el imaginario mitológico romano, Adriano y Antínoo representaban en carne y hueso el rapto de Ganímedes por Zeus.


Antínoo también ha encarnado a los hermosos Apolo y Hermes, o el lúbrico Dionissos, cuyo culto estaba muy arraigado en las regiones de tradición helenística. Pero tal vez la más curiosa reencarnación del bello bitinio fue la del dios egipcio Osiris, quien, según la creencia, también había muerto ahogado en el Nilo. Para consolidar con mayor arraigo la deificación de Antínoo, el emperador se propuso implantar un culto sin precedentes en las provincias orientales, un culto que arraigó tan intensa como sinceramente, ya que se prolongó hasta bien entrado el siglo V, esto es, varios siglos después de los acontecimientos que lo crearon.

La palma se la llevó Antinoópolis, ciudad fundada en memoria del joven según el modelo helenístico, cuyos habitantes recibieron privilegios extraordinarios, aunque no fue la única. Otros lugares también acapararon el culto al favorito del emperador, como Bitinio-Claudiópolis -su ciudad natal-, Alejandría, en Egipto, la griega Mantinea, y hasta Lanuvium, en el mismo corazón del Lacio, cerca de Roma.

MUERTE EN EL NILO

No hay duda de que Antínoo murió ahogado a orillas del río Nilo. Otra cosa son las circunstancias que rodearon su muerte. Algunos historiadores apuntan que se trató de un accidente. Otros, en cambio, afirman que Antínoo, conocedor de un augurio que profetizaba larga vida al emperador si el joven se sacrificaba en su presencia, se inmoló para asegurar al emperador un reinado prolongado. Por su parte, la Historia Augusta, un texto de escasa credibilidad, insinúa que Antínoo se suicidó ante un posible acoso sexual de Adriano.

Desde una óptica actual no habría que descartar una intriga palaciega, con la intervención indirecta de la esposa del emperador, quien sin duda no habría de quedar especialmente afectada tras la muerte de aquél que le disputaba el amor de su augusto marido. Sea como fuere, filósofos y poetas se aprestaron a escribir loas y trenas en recuerdo del joven bitinio y el viejo emperador quedó sumido en la más absoluta tristeza.

SALTO A LA FAMA

Los esfuerzos de Adriano por consolidar la deificación de Antínoo no fueron en vano. Aunque su culto religioso le sobrevivió sólo hasta el siglo V, la perpetuación de su memoria ha llegado a nuestros días, gracias a la erección de numerosas efigies y representaciones del joven héroe en la escultura y la numismática. Desconocemos si Antínoo fue retratado en vida, ya que todas las representaciones conservadas pertenecen a épocas posteriores a su muerte.

Considerando sólo las esculturas exentas, hay más de un centenar de retratos romanos de Antínoo, sin contar las numerosas representaciones de su efigie en monedas, joyas, bronces, etc. Todas ellas se caracterizan por su variedad iconográfica, sólo comparable a los retratos de emperadores. Las estatuas fueron en sí mismas modelos a imitar para la representación de efebos y personajes juveniles, lo que ha provocado identificaciones posteriores erróneas.

Rasgos suaves, rostro lampiño con un toque de afeminamiento, boca no muy grande con gruesos labios, nariz recta, cejas curvadas, bucles de blondos cabellos, mirada ausente y melancólica, son algunos de los atributos distintivos del modelo antinoóico. Mayor variedad existe, en cambio, en lo que se refiere a la complexión y posturas del resto del cuerpo. Ejemplos de manual son el espléndido relieve de Villa Albani, descubierto cerca de la Villa Adriana imperial, o la Cabeza Mondragone, que formaba parte de una estatua colosal que idealizaba del joven esclavo como la deidad Dionissos-Osiris portando una diadema.

Siglos más tarde, en pleno Renacimiento, el descubrimiento del arte antiguo trajo consigo un nuevo auge de la imaginería sobre Antínoo, aunque ajeno a la leyenda del joven y a su papel en la historia. Los grandes escultores italianos vieron en él la representación del ideal clásico e intentaron emularlo en sus obras de arte. Surgen así el Antínoo de Belvedere, conservado en los Museos Vaticanos, y el Antínoo Capitolino, en el museo del mismo nombre, en la ciudad de Roma. Junto a ellos cabe mencionar por su originalidad el Antínoo-Jonás, obra de Lorenzo di Ludovico, ejemplo de la cristianización de un joven pagano en la imagen del personaje bíblico, y que está inspirado en el espléndido Antínoo Farnesio del Museo Nacional de Nápoles.

¿PADRE, MAESTRO, AMANTE…?

Sin embargo, a lo largo de la historia la relación entre Adriano y Antínoo ha pasado por diferentes interpretaciones. En las épocas de mayor oscuridad intelectual se ha querido obviar cualquier matiz sexual de aquella historia, llegando a decirse incluso que Antínoo era hijo ilegítimo de Adriano, quien carecía de descendencia legal, y que, por esa razón, la relación entre ambos era la de un padre con su hijo. Pero sabemos que no fue una relación paterno-filial al uso, ya que, como dice Royston Lambert, hubo mucha pasión y probablemente mucho sexo también.

Y es que, como cabía esperar, la mayor oposición al mito de Antínoo vino de la mano del Cristianismo, o mejor, de los Padres de la Iglesia, quienes vieron en él el reflejo de la corrupción juvenil y pusieron el grito en el cielo cuando algunos compararon el sacrificio de aquel héroe-dios de Bitinia, que resucitó y ascendió al Olimpo, con el del mismísimo Jesucristo, dios de Nazaret. Pero lejos de destruir el mito de Antínoo, los cristianos alimentaron la creación de una nueva leyenda que ha llegado hasta hoy. La imagen del joven corrompido por el emperador y sometido a sus caprichos sexuales fue tomando forma a través de un estereotipo más depurado, como desarrollaría el patriarca de Alejandría Atanasio a mediados del siglo IV, que no sólo no eclipsó la figura de Antínoo, sino que potenció sobremanera la idea de su sacrificio y sufrimiento acorde con la moral cristiana del momento.

Así llegan las cosas hasta mediado el siglo XVIII, cuando el teórico de arte clásico Johann J. Winckelmann redescubre la historia de Adriano y Antínoo, difundiendo una nueva estética del bitinio como la de un joven melancólico. Por aquella época el pintor Agostino Penna había copiado un busto del efebo para su libro Viaje pictórico de Villa Adriana. Habría que esperar un siglo para que John Addingston Symonds rompa en 1898 con la tradición de omitir la cita de Antínoo en las biografías escritas sobre Adriano. A partir de entonces, ambos nombres permanecerán indefectiblemente unidos.

LA FASCINACIÓN DE LOS POETAS

Pero fueron los poetas e intelectuales del siglo XIX quienes dieron actualidad a la pasión obsesiva del emperador hacia su joven favorito. En la búsqueda de precedentes para ese amor ‘que no osa decir su nombre’, eruditos y estudiosos universitarios británicos vieron en la pareja Adriano-Antínoo un buen referente donde ubicar sus propios anhelos y sentimientos. En pleno siglo XX fue una mujer, Marguerite Yourcenar, la culpable de aportar ritmo e intensidad inusitados a esta historia de amor vivida en pleno Imperio romano y convertir al joven bitinio en icono gay. Sus Memorias de Adriano, publicadas en 1951, dieron forma a una de las novelas históricas más leídas de todos los tiempos y título imprescindible en toda biblioteca de temática gay que se precie.

La trágica muerte de Antínoo fascinó a poetas de todo el mundo. Oscar Wilde no podía ser menos, así que se refiere a él en su poema La esfinge. La figura del bitinio inspira a escritores alemanes de la talla de Schiller, Goethe y Stefan George. También el portugués Fernando Pessoa le dedica su poema Antinous, escrito en inglés en 1918, donde dice cosas como ésta:

La lluvia, afuera, enfría el alma de Adriano.

El joven yace muerto.

En el lecho profundo, sobre él todo desnudo,

la oscura luz del eclipse de la muerte se vertía.

A los ojos de Adriano, su dolor era miedo.

Incontables son los ejemplos en la literatura contemporánea universal. Una aportación interesante en lengua española se debe a la pluma del argentino Daniel Herrendorf y sus Memorias de Antinoo (2000), que intenta reflejar, mediante un existencialismo surrealista pulcramente desarrollado, la otra cara de la moneda de aquella historia de amor, desde una perspectiva más carnal, o la recién salida a las librerías La coartada de Antínoo, de Manuel Francisco Reina (2012), que en primera persona narra la historia del joven bitinio justo el día antes de su muerte.

ANTÍNOO EN ESCENA

De una forma inconsciente o deliberada Antinoo también ha sido recurso cinematográfico para muchos directores de cine gay. Sin embargo, hasta ahora no contamos con ningún largometraje que aborde de lleno el trasunto de esta historia de amor entre hombres vivida en pleno Imperio Romano. El director John Boorman, autor de filmes tan conocidos como Zardoz, El exorcista II o Excalibur, ha proyectado la realización de una película basada en la novela de la Yourcenar, con el título en inglés, Memoirs of Hadrian, cuyo estreno, previsto para el año 2008, aún no se ha producido a estas alturas.

En la esfera del arte plástico, de un tiempo a esta parte Antínoo ha captado la atención del mundo académico a través de exposiciones monográficas. Entre los años 2004 y 2005 tuvo lugar en el Museo de Pérgamo de Berlín la muestra Antínoo, amado y dios. Poco después, Antínoo y el rostro de la Antigüedad, organizada en la ciudad de Leeds por la Fundación Henry Moore, volvió a recrear en 2007 todo el ideal artístico generado a través de la imagen del joven bitinio. El último montaje expositivo se centra en la devoción de Adriano por su favorito y lleva por título Antínoo. La fascinación de la belleza. La muestra, que tiene lugar en los restos del Antinoeion romano, junto a Roma, permanece abierta hasta el 4 de noviembre de este año 2012 y pretende captar la atención del público cara a la restauración prevista del mausoleo para el 2013.

LOS AMANTES DE ANTINOÓPOLIS

Un extraño hallazgo se entrecruza con la fascinante historia de Adriano y Antínoo, añadiendo nuevas evidencias que hacen del amor entre hombres una práctica más normalizada en aquellos tiempos antiguos de lo que algunos quieren hacernos creer. En la excavación de la ciudad de Antinoópolis -actual El-Sheij Ibada-, que dirigió el arqueólogo John Albert Gayyet entre 1896 y 1911, apareció un tondo funerario, pintado sobre madera, al estilo de las pinturas de gran realismo que cubrían las momias de El Fayum.

Lo extraordinario de este tondo, guardado en el Museo de El Cairo (Egipto), es que representa los retratos de dos hombres que probablemente fueron enterrados juntos. La historiografía tradicional los identificaba como hermanos, una mojigata interpretación que cae por su propio peso, dado el escaso parecido de los dos difuntos -el uno es de tez blanca y el otro de piel morena-. La pieza se data entre los años 130 y 150 d.C, esto es, fue realizada en los años siguientes a la muerte de Antínoo. Por sí esto no fuera suficiente, se observa que detrás del hombre de la izquierda aparece la imagen del dios Antínoo-Osiris, de lo que puede suponerse que ambos pertenecían al culto de la nueva deidad.

UN MITO ETERNO

Decía el británico Royston Lambert que el escándalo fue lo que mantuvo viva la memoria de Adriano. Los padres de la Iglesia contribuyeron a la mitificación de este amor profano tan extraordinario como intenso. Por otra parte, la historia de amor y muerte que se cuenta fue otro de los motivos que contribuyeron a la rápida deificación del bello esclavo, en una etapa de armonía y prosperidad sin precedentes por todos los confines del Imperio romano. De otra forma no se explicaría que el culto de Antínoo sobreviviera hasta bien entrado el siglo V, esto es casi tres siglos después del reinado de Adriano, como sucedió en realidad.

Con el paso de los siglos, la bella historia de amor entre Adriano y Antínoo ha llegado hasta nosotros casi intacta. Y no sólo como contribución impagable para la historia de la homosexualidad. El mito de Antínoo trasciende a la misma relación establecida entre los dos hombres. Por encima de todo, a través de la historia creada en torno al último dios del mundo clásico -como lo definió Francisco de la Maza-, las dualidades del amor y la muerte, el tiempo y la memoria, la religión y la magia, lo antiguo y lo nuevo, la belleza y el poder, cobran hoy un nuevo sentido.

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El morbo se conjuga con una reacción de hipersensibilidad en el cuerpo. Frente a la pantalla no hay quién no se horrorice por lo visto. En u...